Las escuelas cancelaron las clases, el servicio de tren se detuvo y la visibilidad no pasaba de 100 yardas o menos a causa de las tormentas de arena en el noroeste de China.
Los fuertes vientos provocaron el jueves que se formaran murallas de arena y lanzaron guijarros por los aires, rompiendo ventanas de autos y camiones.
Un observatorio midió la velocidad del viento en más de 67 millas por hora.
La policía de tránsito estableció puntos de control para tratar de persuadir a los conductores de vehículos grandes y autobuses de que no salieran a las rutas.
La policía también prohibió el ingreso de todos los vehículos al área con los vientos más fuertes.
En algunas partes de un área urbana, la visibilidad era menos de 20 yardas.
Los conductores encendieron sus luces neblineras o intermitentes por seguridad.
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Las clases en escuelas medias y primarias fueron suspendidas en la tarde.
