Familia argentina llega en auto a México y sigue a Alaska

QUERÉTARO, México - Para aprender de viajes hay que conocer la aventura de la familia argentina de Matu y Shanti que hace 12 años salió de la Patagonia rumbo a México y al llegar optó por seguir a Alaska ante la pesadilla de volver al trabajo de oficina.

"La idea era Argentina-México, pero cuando estábamos cerca miramos el mapa y dijimos: ¿ahora qué vamos a hacer, volvemos a la oficina otra vez a trabajar? No nos interesó la idea y decidimos extender el viaje hasta Alaska", explicó a Efe Matu.

Doce años después del inicio de la aventura, y con una hija de 10 que nació en el Amazonas ecuatoriano, la familia de Matu y Shanti lleva meses recorriendo México y ahora se encuentra de paso en Santiago de Querétaro, en el centro del país.

Curiosamente, se puede decir que esta ciudad mexicana está a medio camino entre la Patagonia y Alaska. Según el mapa de Google de la Patagonia a Querétaro hay 4,755 millas, y de la ciudad mexicana a Alaska, unas 4,729.

"Llevamos recorridos 18 países", relata Matu, un exfotógrafo argentino que sostiene que él simplemente se unió al viaje que comenzó su esposa Shanti, nacida en Bélgica y que llegó a Argentina en el 2006.

A bordo de "El Bicho", el vehículo que han usado todos estos años para atravesar prácticamente todos los países de América Latina, la familia anunció que este viernes volvería a la carretera para viajar de Querétaro a la costa mexicana del Pacífico.

El viaje no se detendrá, las experiencias seguirán acumulándose y los retos continuarán venciéndose, uno a uno, día a día, asegura la pareja, que se mantiene económicamente gracias a la venta de postales de viaje, libros, playeras y de publicidad.

"El Bicho", de un verde tan intenso como la naturaleza, es un viejo camión marca Mercedes comprado por Shanti en 1986 para hacer un viaje de Buenos Aires a la Patagonia, y que con sus reparaciones y adecuaciones, ha resistido todos los climas y caminos.

Abierto a las visitas, este camión al que se han adaptado la cocina, los dormitorios, el comedor y el sofá, es prácticamente una casa rodante donde lo único que cambia es el jardín, que depende del sitio donde puedan aparcar.

"Somos una familia de la Patagonia. Queremos llegar a Alaska. ¿Nos ayudas a realizar nuestro sueño?", se puede leer en la parte trasera del autobús, apenas encima de un letrero que ofrece libros y camisetas como recuerdo de viaje.

Para Matu, el viaje a Alaska no tiene un plan preconcebido, solo quieren disfrutarlo ya que prefieren abrazar el presente y dejar que el futuro se resuelva paso a paso.

"Eso lo dicta el clima, el trabajo, según como nos sentimos, la gente también, no tenemos una rutina, el plan es no tener plan", comenta.

El alimento varía según el lugar y el día. En cada parada ofrecen a la venta artículos de diseño propio, postales, playeras y un libro "que cuenta nuestra historia", que contiene más de un centenar de fotografías con la historia de un viaje de 12 años sin dinero, sostiene Shanti.

Con todo, las adversidades han sido parte de sus vidas, desde discusiones habituales, hasta problemas mecánicos que se transforman en cuestiones imprescindibles dentro de su dinámica de vida.

"Roturas mecánicas, quedarnos por ahí con poco dinero para el combustible que es el gasto fuerte del viaje, las peleas con la señora. Tenemos 24 horas juntos viviendo en un pasillo, pero bueno, hemos logrando entendernos y sacar esta familia adelante", comenta Matu.

En el camino, Zaina estudia a ritmo propio. Con su madre como maestra, ha conseguido estar ya cerca de concluir con la primaria. "A mí se me hace muy fácil, hacemos mucho por día y no todos los días hacemos. No es tan difícil si tienes una mamá cuidadosa", comenta la niña.

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