Volcán “despierta” y atemoriza a pobladores

La fuerte detonación fue el anuncio de que el Popocatépetl había despertado. A lo largo y ancho de más de 10 millas el suelo se cimbró, los hombros del volcán se cubrieron de lava y sobre los pueblos cercanos cayeron rocas y cenizas. 

María Luisa Ochoa dice que la columna de fuego y humo que salía del cráter hizo que el pánico se apoderara de muchos de los que viven en Santiago Xalitzintla.

"Demasiado porque el estruendo fue muy feo, demasiado", admite la atemorizada habitante de esa comunidad. 

Ese miedo fue calmado por los mayores, por gente como don Gregorio Lozada, quien desde hace 87 años ha visto una y otra vez enfurecer a su tocayo. 

"Siempre ha tronado, a veces explota más, pero nada más echa arena pero cae lejos", dice Lozada. 

Por eso los pueblos cercanos al Popo continuaron con sus actividades, y con cuetes y música celebraron a San José. 

Por ahora el volcán permanece tranquilo, solo luce una pequeña fumarola de vapor de agua, aunque los expertos no descartan que en las próximas horas y días continue activo y arrojando material incandescente. 

Ante ello, las autoridades recomendaron no acercarse al cráter y seguir las indicaciones. 

"Es la actividad normal de un volcán activo", afirma Ana María Soler, jefa del Museo de Geofísica.

Por el momento la alerta volcánica se mantiene en amarillo fase dos, por lo cual no es necesaria una evacuación.

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