Detienen y encarcelan a exministra de Peña Nieto

Rosario Robles, cercana colaboradora del expresidente Enrique Peña Nieto, fue detenida la mañana del martes y llevada presa al menos dos meses a un reclusorio en Ciudad de México, mientras se realiza una investigación complementaria como parte del juicio por ejercicio indebido del servicio público.

Se trata de un hecho pocas veces visto en México, donde funcionarios o exfuncionarios públicos del más alto nivel no pisan la cárcel, pese a que se acumulen denuncias de corrupción en su contra.

"Es un logro que no haya impunidad", sostuvo el presidente Andrés Manuel López Obrador tras conocer lo dispuesto por el juez.

La exfuncionaria, secretaria de Desarrollo Social (2012-2015) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (2015-2018) en el gobierno de Peña Nieto, fue detenida poco después de las 6 a.m. al término de una audiencia de 12 horas ante el juez que ordenó la prisión preventiva.

Robles es una antigua excompañera de lucha política de López Obrador, a quien antecedió en la Jefatura del Gobierno de Ciudad de México.

Al parecer el vínculo que los unía se rompió cuando en las eleciones del 2012 dio la espalda al entonces candidato López Obrador para apoyar a Peña Nieto, quien la integró a su gabinete y, poco después, comenzaron las versiones de desvío de dinero.

"Rosario no te preocupes, hay que aguantar porque han empezado las críticas", le dijo en algún momento el entonces presidente Peña Nieto en un acto público.

La exfuncionaria fue acusada de permitir la sustracción de recursos públicos por más de 7,670 millones de pesos (unos $403 millones), en lo que es conocido como "La Estafa Maestra", nombre de la investigación periodística que sacó a la luz el desfalco en el que se usaron "empresas fantasma".

Según la investigación periodística, el dinero habría sido entregado entre 2013 y 2014 a 186 empresas, pero 128 de ellas no disponían de la infraestructura ni de la personalidad jurídica para prestar servicios.

De esa cantidad, poco más de 5,000 millones de pesos (alrededor de $250 millones) habrían sido desviados cuando Robles estuvo al frente de ambas secretarías.

Durante la audiencia, los nombres del expresidente Peña Nieto y del exfuncionario y excandidato presidencial José Antonio Meade salieron a relucir, ya que la defensa de Robles insistió en que ambos sabían de las irregularidades presusupuestales y que cuentan con pruebas de ello.

“Estuve en la primera sesión y en esta segunda. Vivo en la misma casa desde hace 23 años. He trabajado toda mi vida en esta ciudad. No tengo un patrimonio que me permita sustraerme de la justicia ni puedo ir a Canadá y regresar impune", argumentó Robles ante el juez antes de ser detenida.

La exfuncionaria fue ingresada al penal de Santa Martha Acatitla, al que llegó en una camioneta de la Policía Federal, sin escolta ni guardias, en el que permanecerá para evitar que puediera escapar sin enfrentar a la justicia.

Esa decisión fue calificada por sus abogados como un hecho insólito e injusto. 

"Fue un acto de crimen a la justicia, asesinato a la ley, asesinaron a la Constitución", expresó el abogado Julio Hernández.

Ahora, la Fiscalía deberá probar que Robles sabía que otros funcionarios cometían los delitos y no hizo nada por detenerlos, mientras su defensa tendría que demostrar que, a través del exsecretario Meade, ella hizo lo propio para que la información llegará hasta Peña Nieto.

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