Desde un improvisado campamento quienes se dicen afectados vigilan día y noche las instalaciones de las cajas de seguridad donde guardaban sus más preciados bienes.
Y es que dentro, los investigadores y peritos revisan cada rincón en busca de evidencias.
"Están rompiendo las cajas, invadiendo nuestra privacidad", asegura Bárbara Iglesias, una de las afectadas.
Desde principios de octubre, elementos de la fiscalía mexicana tomaron el edificio y comenzaron a abrir los cajones bajo el argumento de que un grupo de detenidos declaró que ahí guardaban cosas que les servían para cometer delitos.
"Sabíamos que las cajas no iban a estar a su nombre", explica Israel Lira, subprocurador de la Seido.
En una entrevista telefónica, el funcionario de la fiscalía mexicana aceptó que por lo menos 1,500 de las cajas han sido abiertas y, según se dio a conocer el jueves, en algunas de ellas encontraron documentos y tarjetas de crédito clonadas, joyas, y miles de euros, dólares y pesos.
Cosas que las autoridades sospechan, pertenecen al cartel que opera en la entidad, y cuya supuesta lider "Doña Lety", fue detenida el mes pasado.
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Todos los bienes encontrados dentro de las cajas de seguridad serán trasladados a instalaciones de la PGR en la Ciudad de México, en donde se hará un inventario de ellas para que sus dueños las reclamen.
La procuraduría indicó que devolverán las cosas a quienes comprueben ser sus dueños, aunque muchos temen, indica este hombre que ahí guardaba las joyas de su familia, que no puedan recuperarlas.
"Estoy seguro de que habrá un procedimiento mejor que no dañara tanto a la gente, hay gente que hasta se ha puesto enferma", dice Alberto Charles, uno de los afectados.
Incluso, a pesar de que la empresa tiene registrados a más de 1,000 clientes, son pocos quienes se han acercado a reclamar sus cosas.
