Con baile aminoran la espera para ver al médico

Médicos, enfermeras y pacientes se unen para que el tiempo y el malestar sean menos tortuosos.

No hay dolor ni enfermedad que la música y el baile no ayuden a curar. Por eso en este hospital todos se levantan, sacan energía de donde creían que ya no había y hacen gala de sus mejores movimientos.

"La verdad fue muy agradable; nunca imaginé ver algo así en el IMSS; siempre ves gente enferma, tristeza", admite María del Carmen Bautista, paciente del hospital.

Precisamente con la intención de hacerle más agradable la espera a los cientos de pacientes que diariamente acuden a las clínicas del Seguros Social en Mérida, Yucatán, se implementó el programa “factor sorpresa”, que trae alegría y ritmo a los enfermos y a sus familias.

"La música viene siendo como un bálsamo para su enfermedad y para su estado de ánimo", afirma Jacinto Herrera, director del Hospital General de Mérida.

Herrera, cada vez que puede, deja su oficina y se une a los pasos de los usuarios, porque ha comprobado que los beneficios que esta actividad trae no se consiguen con ningún medicamento.

"Va a entrar más relajado, el médico se siente, hay mayor empatía, se conectan mejor", detalla Herrera.

Por eso, una variedad de ritmos suena en distintos horarios, pero sobre todo cuando las salas de espera están más llenas.

Esta práctica inició como un proyecto en un solo hospital pero dio tan buenos resultados que se ha ido extendiendo a otras sedes en Yucatán, donde ahora los pacientes son más felices.

Magdalena es un ejemplo de ello, aunque no tenga consulta viene porque, asegura, le ha servido como terapia.

"Me sentí muy alegre, contenta, como si ya no estuviera en un hospital", explica la paciente Magdalena Chang.

La sonrisa es compartida, por los pacientes y todos los que ahí trabajan y no pueden resistirse a un buen baile.

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