El caudal de las Cascadas de Agua Azul, uno de los más grandes atractivos naturales de Chiapas, disminuyó drásticamente debido a lo que expertos llaman daños causados por el sismo del 7 de septiembre.
Los pobladores de los municipios de Tumbalá, Salto de Agua y Chilón están alarmados ante pronósticos que hablan del riesgo de una posible sequía que acabaría con las cascadas.
Personal de la secretaría de Protección Civil, la Comisión Nacional del Agua y la Comisión Nacional de Áreas Protegidas investigan una posible fractura en la roca caliza que cargó el afluente del río hacia el lado izquierdo.
Además, contemplan la hipótesis de que el sismo de magnitud 8.2 ocasionó una fractura que causó la filtración de agua hacia el subsuelo.
Las Cascadas de Agua Azul surten de agua potable a más de 2,400 pobladores que se asientan río abajo y al año recibe más de 200,000 turistas que recorren la ruta turística Palenque-San Cristóbal de las Casas, una de las más transitadas de Chiapas.
