Protesta magisterial paraliza comercio y causa escasez

El comercio advierte que las pérdidas son millonarias, mientras el acceso a alimentos y gasolinas resulta costoso.

Los al menos 24 bloqueos que las autoridades reportan en Oaxaca han ocasionado daños económicos por más de $ 89,480 millones en ese empobrecido estado mexicano y un desabastecimiento de alimentos básicos y gasolina, que generan pánico a sus habitantes.

Incluso en las poblaciones del Istmo de Tehuantepec, una de las regiones de mayor pobreza, sus habitantes hacen compras de pánico en los mercados populares ante el temor de que el desabasto de alimentos se prolongue por más días.

"Están perjudicando al mismo pueblo. Compra uno las cosas por necesidad pero están demasiado caras", dice María Concepción Ramos, habitante de la región istmeña.

Así como ella, la población de ocho regiones sufren situaciones similares.

Los bloqueos carreteros convocados por simpatizantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, impiden el paso a los camiones que abastecen la red de 1,850 tiendas de la red pública Diconsa, según afirma el secretario dde Desarrollo Social, José Antonio Meade.

"Es una red de 22 centros de distribución que abastecen a 1,850 tiendas que no han podido ser abiertas", dijo el funcionario.

La Secretaría de Desarrollo Social asegura que los daños mayores se aprecian en las zonas serranas, donde miles de familias dependen de los alimentos que les llevan.

Los transportistas han buscado nuevas rutas para llegar hasta esos sitios, pero aseguran que los riesgos son demasiados.

"Antes hacía 11 horas de camino; ahora 22, 24 de terracería, arriesgando a que el carro se pueda voltear", asegura el transportista Maximino Sánchez.

En las áreas más urbanizadas el problema no es menor e incluso en la capital del estado, Oaxaca, ya resienten pérdidas por más de $ 89,480 millones, no solo por el desabasto de alimentos sino por la cancelación de viajes, dijo Enrique Solana Sentíes, presidente de la Concanaco Servytur.

"En días pasados alertamos que era necesario tomar medidas por los constantes bloqueos en las carreteras", recordó. "Insistimos en que se debe permitir el libre tránsito".

Y es que los pocos alimentos y medicinas que se obtienen han aumentado sus precios hasta tres veces, lo mismo que ocurre en el caso de los combustibles.

Hasta ahora las gasolinerías habían podido cubrir la demanda de los clientes, racionando la venta, pero los tanques se están vaciando y la única manera de hacer llegar el combustible es por tierra.

Apenas la semana pasada, maestros bloquearon los accesos a la refinería de Salina Cruz, en Oaxaca, y ante las reiteradas protestas, el director de Petróleos Mexicanos, José Antonio González Anaya, dijo que analizan la posibilidad de cerrarla.

González Anaya aseguró el miércoles que el fin de semana lograron distribuir parte de la producción de gasolina, lo que les permite mantener inventarios y el suministro en el corto plazo.

Sin embargo, de proseguir las protestas por parte del magisterio, y si la producción rebasa la capacidad de almacenamiento del complejo es posible que se opte por parar las operaciones de la refinería.

Además, aunque los alimentos lleguen a los anaqueles de las tiendas, los comerciantes y la población de Oaxaca enfrentan otro problema: los cajeros automaticos ya no tienen dinero y los bancos limitan el efectivo.

"No te cambian cheques con denominaciones mayores a 1,000 pesos" ($ 53), dice Juan Ortega, habitante de Oaxaca.

Y la situacion no tiene para cuándo mejorar. El miércoles, en la Ciudad de México, autoridades federales y líderes magisteriales iniciaron una mesa de diálogo que no llegó más a que fijar el lunes como fecha del siguiente encuentro.

Mientras tanto, los profesores en Oaxaca, que se oponen a la reforma educativa y exigen la liberación de sus líderes detenidos, han anticipado que nadie los moverá de donde están.

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