Dos de los cuatro mexicanos que murieron en la masacre de Orlando eran originarios del estado de Guerrero y, para al menos uno de ellos ya iniciaron los trámites de repatriación de sus restos, según la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Miguel Ángel Honorato, del municipio de Ixcateopan, y Luis Sergio Vielma Astudillo, nacido en Estados Unidos -pero con de padres originarios del municipio de Coyuca de Catalán-, son los jóvenes asesinados junto a otros 47 más en el club nocturno Pulse de Orlando, Florida.
Abel Montufar Mendoza, alcalde del municipio de Coyuca de Catalán quien se encuentra de visita de trabajo en el estado de California, confirmó que los restos de Vielma Astudillo serán repatriados en un máximo de cinco días.
Mientras que a través de Twitter, el gobernador de Guerrero, Héctor Astudillo Flores, se comprometió a que funcionarios de su administración sumarán esfuerzos al trabajo que realizan las autoridades consulares para agilizar los trámites que permitan el traslado de los restos a sus lugares de origen.
Por el momento, dieron a conocer que Vielma Astudillo tenía 23 y era hijo de padres migrantes, José Luis Vielma y Robertina Astudillo, y que ya contaban con la doble nacionalidad.
Luis Sergio, que nació en Estados Unidos, trabajaba en uno de los parques de diversiones de la ciudad de Orlando, y será traslado a México a petición de su madre.
En tanto, la familia Honorato -que vive en Apopka, Florida, desde 1991- decidió que su hijo sea enterrado en ese estado que los acogió tras de que, como familia, se acogieron a la reforma migratoria de 1986.
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Miguel Ángel, de 30 años, era el menor de tres hermanos, estaba casado y tenía tres hijos.
"Era muy trabajador, nunca dejaba el trabajo por salir, pero sí le gustaba salir de vez en cuando con los amigos", contó su hermano José al diario "Reforma".
