Liberan a mujer torturada para autoinculparse

Yecenia Armenta Graciano pasó casi 4 años en la cárcel tras confesar, bajo tortura, ser autora intelectual de un asesinato.

De la mano de una de sus dos hijos y mostrando el documento que garantizaba su libertad, Yecenia Armenta Graciano abandonó la cárcel donde estaba próxima a cumplir cuatro años de su vida.

Era el primer paso para dejar atrás una historia de horror en la que fue obligada a autoinculparse de la autoría intelectual del asesinato de su esposo, tras ser sometida a diversas torturas y sufrir violación sexual de algunos policías.

El Juzgado Quinto de Primera Instancia de lo Penal dictó la sentencia absolutoria en favor de Armenta Graciano, debido a que demostró que su confesión fue obtenida bajo coacción y, como no es válida, fue excluida del juicio.

La madre de dos menores era esposa de Jesús Alfredo Cuen Ojeda, hermano del excandidato a la gobernatura del estado de Sinaloa, Héctor Melesio Cuen Ojeda.

Jesús Alfredo Cuen Ojeda fue asesinado el 2 de julio de 2012, horas después de la jornada electoral donde su hermano Héctor Melesio, hoy dirigente del Partido Sinaloense, fue derrotado en las urnas.

El cuerpo de Jesús Alfredo quedó tendido sobre una banqueta al lado de una camioneta color vino, que pretendía abordar cuando fue atacado.

Hasta ese sitio, llegó su esposa Yecenia y permaneció ahí hasta que los agentes judiciales realizaron todo el peritaje.

Tras el funeral del que fue su marido, Yecenia fue arrestada bajo cargos de ser la presunta autora intelectual del asesinato, hecho que ella negó y ha negado desde un principio.

Y aun cuando la justicia mexicana no la escuchó, su caso fue atendido por organismos internacionales defensores de derechos humanos que demostraron las vejaciones y horrores que padeció la mujer.

"La increíble crueldad de la tortura que sufrió Yecenia Armenta Graciano es parte de las actividades diarias de las policías mexicanas, quienes rutinariamente presentan evidencias ilegales en investigaciones penales en todo el país", afirmó Érika Guevara Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional.

"Su puesta en libertad el día de hoy da una luz de esperanza a aquellas personas encarceladas injustamente en México", dijo.

La libertad de Yecenia, explicó, se debe a que los fiscales no pudieron demostrar sus acusaciones y a que se probó que la confesion de Armenta Graciano fue obtenida bajo tortura.

Además, según el dictamen de peritos médicos internacionales, los alegatos de Yecenia fueron compatibles y consistentes con las huellas de la tortura y los malos tratos que sufrió.

Pero ahora, ese horror parece empezar a quedar atrás. El martes, cuando recuperó su libertad, dio sus primeros pasos fuera de la cárcel de la mano de su hija y de su abogado y actual esposo, Braulio Germán Leyva Gutiérrez.

Y aunque los medios esperaban alguna declaración, la mujer se alejó del sitio sin hacer comentarios.

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