FIL cierra edición entre el clamor por desaparecidos

La Feria Internacional del Libro de Guadalajara se convirtió también en un espacio de protesta y denuncia

El cierre de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara estaba próximo. Tras ocho días de conferencias, reuniones con autores y presentanción de novedades editoriales, el ambiente era festivo y nada auguraba lo que vendría: una denuncia silenciosa y profunda por las miles de desapariciones forzosas.

Integrantes de la organización Familias Unidas por Nuestros Desaparecidos Jalisco ocuparon las primeras filas en un auditorio donde se debatía sobre "Las desapariciones en México, la perspectiva de los derechos humanos".

En silencio, cada uno de ellos sacó la fotografía del familiar al que buscan sin descanso y sin respuesta oficial: esposos, hermanos, hijos, de quienes no saben nada.

Al ver las imágenes, el abogado del Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, Mario Patrón Sánchez, expresó: “Un saludo solidario. Cada día que pasa la desaparición es una tortura”.

La protesta encontró eco en la mayoría de los ponentes, como el presidente de FIL y exrector de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López, quien recordó que ése siempre ha sido un espacio plural, abierto para la discusión, reflexión y análisis de los temas sociales que más interesan a la ciudadanía.

“¿Cuántas fosas clandestinas descubrieron en Guerrero, cuántas en Tamaulipas, Sinaloa, cuántos están enterrados ahí y no se sabe quiénes son?”, preguntó con insistencia Salvador Martínez della Rocca, "El Pino", integrante del movimiento estudiantil del 68.

La periodista e investigadora Anabel Hernández, autora de "Los señores del narco", mostró algunos de los videos que confirman que las autoridades sí supieron de la detención de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.

“(Al menos hay) 26,600 seres humanos que no están ni vivos ni muertos, simplemente no están. Los muestran como un número, pero detrás hay hijos, familias que sufren y esperan que aparezcan para volver a abrazarlos”, expresó Hernández.

La periodista condenó la criminalización y la difusión del discurso oficial de que “todos los muertos y desaparecidos eran narcos”, porque provocó un “silencio forzado” e inhibió la denuncia.

Junto a ella, "El Pino", Patrón Sánchez y Padilla López, también estaban Alejandro Valencia Milla, integrante de expertos independientes en la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y el subsecretario de Derechos Humanos en la Secretaría de Gobernación (Segob), Roberto Campa.

Pero fueron los 43 estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa quienes "hablaron fuerte" a lo largo de la FIL que recibió la visita de más de 800,000 personas.

La agencia EFE reportó que durante la FIL fueron presentados varios libros sobre la dramática desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.

Uno de ellos, "La travesía de las tortugas", elaborado por un grupo de 43 periodistas que puso rostro a cada uno de los desaparecidos, fue presentado por la galardonada escritora Elena Poniatowska, quien dijo que el número 43 en México se ha convertido en un símbolo de "la injusticia, la corrupción, la censura, la desesperación y la tragedia".

También fueron presentados los libros "Los 43 de Iguala", del autor Sergio González Rodríguez; "Juvenicidios. Ayotzinapa y las vidas precarias en América Latina y España", coordinado por José Valenzuela; y "Ayotzinapa. El rostro de los desaparecidos", de Tryno Maldonado, publicado por Grupo Planeta.

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