Panteones en Tijuana se llenan de vida en anticipación al Día de Muertos

Los panteones de Tijuana volvieron a la vida, donde los altares se llenan de dulces, ropa, flores, decoraciones y alimentos para sentirse más cerca de aquellos que se fueron.

La música, los recuerdos, pero sobre todo las lágrimas invaden el lugar.

Paula Solís visita a sus difuntos desde Chula Vista.

“¡Uy! Lo extraño, es el hermano que más me ayudó”, dice Solís, quien también visitaba las tumbas de sus abuelitos.

En el día de los angelitos se recuerda a los niños que perdieron la vida, pero algunos rememoraron a los difuntos de cualquier edad.

Solís se levantó desde las 5 a.m. para cruzar la frontera y estar en el panteón a primera hora y visitar como cada año a sus cuatro hijos y su hermano.

“Tengo dos más en Acapulco y mando dinero para que me les pongan flores”, dijo Solís. “Cuando yo me vaya me van a estar esperando, tengo cuatro angelitos”.

Guadalupe Zepeda es una madre quien visitaba a su bebé que falleció a los tres meses de edad debido a una enfermedad.

Otros se acordaron de los menores que se fueron y no tenían quien los echara de menos como los niños enfermos que vivían en un orfanatorio de Tijuana.

“Cuando murió fui a su camita y me quedé con su almohada y es la almohada que pongo siempre a un lado de mí, así que estoy en contacto con David”, dijo Norma Bustamante.

Aunque la celebración mayor del Día de Muertos es el 2 de noviembre, muchos de los residentes en San Diego y Tijuana decidieron adelantarse y así evitar las largas filas de regreso a EEUU en la frontera.

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