Después de todo, miles de pasajeros de Metra en el área de Chicago ya no verán interrumpidos sus horarios de trenes del jueves por la noche, dijo el operador del tren en un comunicado el jueves por la mañana, gracias a un acuerdo tentativo alcanzado entre los trabajadores ferroviarios sindicales y las compañías ferroviarias.
“Nos complace informar que durante la noche se llegó a un acuerdo tentativo entre los ferrocarriles de carga y sus sindicatos, evitando una huelga que podría haber comenzado esta noche y detuvo el servicio en BNSF y tres líneas de Union Pacific”, indicó Metra en un comunicado publicado a su página de Facebook.
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“Estamos muy aliviados de poder continuar brindando el servicio seguro y confiable que usted merece y en el que confía. Acepte nuestras disculpas por esta semana de incertidumbre y ansiedad, y nuestro agradecimiento por su paciencia y comprensión. Los trenes del jueves por la noche que habían sido cancelados por BNSF y Union Pacific en previsión de una huelga ahora funcionarán según lo programado”, agregó Metra.
Metra, que no forma parte de la disputa laboral, se había preparado para la posible huelga al cancelar de manera preventiva el servicio del jueves por la noche en cuatro líneas de pasajeros muy concurridas que viajan hacia y desde Chicago y los suburbios.
A principios de semana, el operador del tren comentó que, en caso de que se produjera una huelga el viernes, las suspensiones del servicio continuarían.
Amtrak, que tampoco forma parte de la disputa, también canceló el servicio de forma preventiva en todos los trenes de larga distancia, tres de los cuales parten de Chicago.
Sin embargo, en un comunicado el jueves por la mañana, Amtrak dijo que estaba “trabajando rápidamente para restaurar los trenes cancelados y comunicarse con los clientes afectados para acomodarlos en las primeras salidas disponibles”.
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Si bien la huelga de trabajadores ferroviarios de carga potencialmente devastadora y perturbadora prevista para el viernes se ha evitado, por ahora, aún no es un trato cerrado.
Según la AAR, “todos los acuerdos provisionales están sujetos a ratificación por parte de los miembros de los sindicatos”. Associated Press informó que el acuerdo tentativo pasará ahora a los miembros del sindicato para su votación después de un período de reflexión posterior a la ratificación de varias semanas.
El jueves por la mañana, la Casa Blanca emitió un comunicado acerca de que las dos partes llegaron a un acuerdo tentativo, diciendo que es una “victoria para nuestra economía y el pueblo estadounidense”, se lee en un comunicado del presidente Joe Biden. “Agradezco a los sindicatos y las compañías ferroviarias por negociar de buena fe y llegar a un acuerdo tentativo que mantendrá en funcionamiento nuestro sistema ferroviario crítico y evitará la interrupción de nuestra economía”.
Según un informe de NBC News, los trabajadores del transporte amenazaron con ir a la huelga el viernes por razones que incluyen salarios más altos, licencias pagadas más generosas y una renegociación de políticas estrictas de asistencia que dificultan tomarse un tiempo libre.
Una declaración de la Asociación Estadounidense de Ferrocarriles confirmó el acuerdo tentativo e indicó que los nuevos contratos negociados “proporcionan a los empleados ferroviarios un aumento salarial del 24 por ciento durante el período de cinco años desde 2020 hasta 2024, incluido un pago inmediato en promedio de $ 11,000 tras la ratificación”.
De acuerdo con un informe de Associated Press, los representantes de los sindicatos y los ferrocarriles habían estado en negociaciones durante 20 horas el miércoles en el Departamento de Trabajo para llegar a un acuerdo.
Cómo podría afectarle una huelga ferroviaria, incluso si no viaja en tren
Los pasajeros del tren no serían los únicos afectados por una huelga. Debido al volumen de productos transportados y movidos por ferrocarril, las cadenas de suministro de varios artículos podrían verse afectadas.
Según un informe de CNBC, alrededor del 40 % del comercio de larga distancia del país se realiza por ferrocarril. Si los sindicatos hacen huelga, más de 7,000 trenes estarían parados.
Y la Cámara de Comercio de los Estados Unidos sostuvo que una huelga de trabajadores ferroviarios podría afectar aún más los problemas económicos y de la cadena de suministro al afectar el flujo de bienes y aumentar los precios ya inflados.
“El cierre del servicio ferroviario de la nación tendría enormes consecuencias nacionales”, dijo la Cámara el lunes, según informó Reuters.
Conforme a Joe Schwieterman, profesor de Transporte en la Universidad DePaul, el momento de la amenaza, que según la Casa Blanca fue evitado por el acuerdo tentativo, es especialmente crítico.
“Esto llega en un momento realmente difícil”, dijo Schwieterman en una entrevista con NBC 5. “Nuestras cadenas de suministro están estiradas. Tenemos problemas logísticos difíciles. Nuestras carreteras están realmente congestionadas. Lanzas una huelga ferroviaria y hace que las cosas sean realmente impredecibles para los fabricantes”.
“Los efectos en el envío son tremendos”, expresó Schwieterman. “Se producirán muchos paros si hay una huelga”.
La semana pasada, una coalición de 31 grupos agrícolas envió una carta al Congreso, y el grupo comercial del Instituto de Fertilizantes se unió al coro de transportistas preocupados el sábado porque los envíos de amoníaco y otros fertilizantes se retrasarán.
“Las cadenas de suministro ya están tensas y actualmente no hay elasticidad en el transporte ferroviario”, dijo el presidente y director ejecutivo del grupo FIT, Corey Rosenbusch. “Esta situación empeorará exponencialmente cada día que no haya una resolución”. Según Rosenbusch, más de la mitad de todos los fertilizantes son transportados por ferrocarril.
Además, más del 75 % de todos los vehículos terminados se llevan de las fábricas a los concesionarios por tren, y muchos otros productos se transportan por ferrocarril.
La Asociación de Ferrocarriles Estadounidenses estima que cerrar los ferrocarriles le costaría a la economía $2 mil millones de dólares por día.
Acuerdos Tentativos Anteriores Rechazados
Antes de que se llegara a un nuevo acuerdo tentativo, los miembros de un sindicato rechazaron el miércoles un acuerdo tentativo diferente con los ferrocarriles de carga más grandes de Estados Unidos, mientras que dos acuerdos ratificaron y otros tres permanecieron en la mesa de negociación.
Unos 4,900 miembros de la Asociación Internacional de Maquinistas y Trabajadores Aeroespaciales del Distrito 19 votaron a favor de rechazar el acuerdo tentativo negociado por la dirección de la IAM con los ferrocarriles, dijo el sindicato el miércoles. Pero la IAM acordó retrasar cualquier huelga de sus miembros hasta el 29 de septiembre para dar más tiempo a las negociaciones y permitir que otros sindicatos voten.
Hay 12 sindicatos, uno con dos divisiones separadas, que representan a 115,000 trabajadores que deben aceptar los acuerdos tentativos y luego hacer que los miembros voten si los aprueban. Hasta el momento, nueve habían llegado a acuerdos tentativos y otros tres todavía están en la mesa de negociaciones.
De los nueve que aceptaron los acuerdos, dos, el Sindicato de Comunicaciones de Transporte y los sindicatos Hermandad del Carmen Ferroviario, votaron para ratificar sus contratos el miércoles. Pero los miembros de IAM votaron para rechazar su trato. Los votos de los otros seis sindicatos que aprobaron acuerdos tentativos están pendientes.
Todos los acuerdos tentativos se basan estrechamente en las recomendaciones de una Junta Presidencial de Emergencia que Joe Biden nombró este verano y pidió aumentos del 24% y $5,000 en bonos en un acuerdo de cinco años que es retroactivo a 2020. Esas recomendaciones también incluyen un día adicional de licencia paga al año y mayores costos de seguro de salud.
Ron Kaminkow, secretario general de la coalición laboral Railroad Workers United, que incluye a trabajadores de una variedad de sindicatos ferroviarios, dijo que no cree que los sindicatos exijan mucho en este momento, solo el tipo de cosas que la mayoría de los trabajadores estadounidenses ya disfrutan, como la capacidad tomar tiempo libre sin ser penalizado.
“Tenemos políticas de asistencia que se han vuelto cada vez más draconianas. Eso ofrece muy, muy poco margen de maniobra para los trabajadores que necesitan tomarse un tiempo libre para las citas con el médico, para pasar tiempo con la familia, para descansar”, dijo Kaminkow.
