Una cárcel de Chicago con orden de la corte para reducir la propagación del coronavirus registro una segunda muerte de un preso que dio positivo por COVID-19, informaron las autoridades.
El detenido en la cárcel del condado de Cook, identificado como Leslie Pieroni, de 51 años, fue declarado muerto el jueves por la noche en el Hospital St. Anthony, donde había sido tratado desde el 3 de abril.
Se realizará una autopsia para determinar una causa oficial de muerte, pero el departamento del Sheriff del Condado de Cook señaló que hay indicios preliminares de que murió por complicaciones de COVID-19.
Pieroni fue uno de los 276 detenidos que dieron positivo por el virus y uno de los 21 que el departamento del Sheriff informó fueron hospitalizados.
Su muerte se produjo horas después de que un juez federal ordenó a la Cárcel del Condado Cook de Chicago que tomara medidas inmediatas para detener la propagación del virus, incluso asegurándose de que los más de 4,000 detenidos tengan acceso a jabón y desinfectante adecuados.
Pieroni había estado bajo custodia desde diciembre de 2018, cuando fue arrestado por presuntamente agredir sexualmente a un niño. Fue acusado de agresión sexual criminal depredadora y abuso sexual criminal agravado y un juez ordenó su detención sin fianza.
Anteriormente había sido condenado por un delito sexual y fue acusado en 2017 por no registrarse como delincuente sexual.
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El primer recluso en la cárcel en morir después de dar positivo por el coronavirus fue Jeffery Pendleton, de 59 años, el domingo.
El Sheriff Tom Dart aseguró que la cárcel ya tomó todas las medidas ordenadas por el juez menos una, incluido el suministro de desinfectantes a los reclusos hace tres semanas.
A fines de marzo, otro juez ordenó audiencias de reducción de la fianza para reducir la población carcelaria liberando a detenidos que no se consideran una amenaza.
