Una madre de Minnesota acusada de matar a tiros a su hijo de 6 años y de esconder el cadáver en el maletero de su vehículo la primavera pasada enfrenta nuevos cargos de asesinato.
Julissa Thaler ya había sido acusada de asesinato en segundo grado por la muerte de Eli Hart el 20 de mayo. La madre de los suburbios de Minneapolis fue acusada el viernes de asesinato en primer grado. Está acusada de disparar a su hijo varias veces y de esconder su cadáver en el maletero de su coche poco después de recuperar su custodia.
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"La única sorpresa en esta acusación es cuánto tiempo" tardó la Fiscalía del Condado en conseguir una, dijo el defensor público de Thaler, Bryan Leary, al Minneapolis Star Tribune. Dijo que su defensa de Thaler "señalará las dudas razonables que acechan en las pruebas".
Dijo que los fiscales ofrecieron recientemente a Thaler un acuerdo de culpabilidad en el cargo de segundo grado, pero aceptarlo habría significado aceptar una sentencia de 40 años. Ella no había respondido a la oferta antes de la acusación del viernes.
En mayo pasado, la policía de Orono detuvo a Thaler después de que fuera vista conduciendo su coche sobre una llanta y con una ventana rota. Los documentos de la orden de registro presentados en el caso dicen que los agentes que hablaron con Thaler notaron sangre en su cara y manos, y lo que sospechaban que eran restos humanos esparcidos por el interior del vehículo.
Fue detenida después de que los agentes encontraran el cadáver del niño en el maletero.
Un juez falló en septiembre que Thaler era competente para ayudar en su propia defensa, y su juicio está programado para comenzar el 30 de enero.
El padre de Hart, Tory Hart, intentaba recuperar la custodia de su hijo en el momento de su muerte. Un juez acababa de devolver a Thaler la custodia de Eli 10 días antes de su muerte.
Tory Hart también ha presentado una demanda contra el condado de Dakota y tres de sus empleados, acusando a los funcionarios de ignorar las señales de que Eli no estaría seguro al cuidado de Thaler. Dijo en la demanda que Thaler tiene un historial de abuso de sustancias y hospitalización por enfermedad mental que debería haber sido una señal de alarma.
