La calidad del aire de Chicago se encuentra entre las peores de EEUU según una nueva clasificación, pero ¿qué impulsa el aumento de la contaminación?
Según el Informe sobre el Estado del Aire 2025, publicado por la Asociación Americana del Pulmón el miércoles, el área metropolitana de Chicago-Naperville es una de las más contaminadas de EEUU tanto por ozono como por partículas a lo largo del año.
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SUSCRÍBETE El área metropolitana pasó del puesto 17 al 15 en el país en cuanto a contaminación por ozono, y ahora ocupa el puesto 13 en el país en cuanto a contaminación por partículas a lo largo del año, según informó la ALA en su informe anual.
Los Ángeles encabeza la lista de las ciudades más afectadas por la contaminación por ozono, seguida de Visalia y Bakersfield, California. Phoenix ocupa el cuarto lugar, y Fresno, California, completa el top 5.
De hecho, siete de las 14 ciudades más contaminadas por ozono se encuentran en California.
El número de días con niveles altos de ozono en Chicago alcanzó su nivel más alto desde el análisis de 2011-2013, según las autoridades.
Pero ¿qué está causando la preocupación por la calidad del aire en Chicago?
Según la Asociación Americana del Pulmón (ALA), la contaminación antropogénica sigue disminuyendo, con reducciones en la cantidad de contaminantes emitidos por el sector del transporte, las centrales eléctricas y la industria manufacturera.
Lo que ha provocado estos aumentos ha sido el humo de los incendios forestales, que ha cubierto extensas zonas del país en numerosas ocasiones, según la investigación.
Estos incendios forestales están aumentando en intensidad y alcance debido al calor extremo y la sequía, según la ALA, y como resultado, la contaminación por partículas se ha convertido en un problema más grave en Estados Unidos.
Ese calor extremo también está provocando un mayor uso del aire acondicionado, lo que a su vez incrementa la cantidad de contaminantes en el aire.
Casi la mitad de la población estadounidense vive en zonas con niveles insalubres de contaminación atmosférica.
La ALA afirma que hay casi 500,000 personas con EPOC viviendo en el área, junto con más de 600,000 a quienes se les ha diagnosticado una enfermedad cardiovascular y casi 900,000 personas con asma, tres de los grupos con mayor riesgo de sufrir los efectos nocivos de la mala calidad del aire.
