CHICAGO, ILLINOIS- La familia de Marlen Ochoa junto con sus representantes legales exigen respuestas tanto al hospital en donde fue llevado el bebé que le fue arrancado de su vientre, a la policía, a los bomberos y al Departamento de Niños y Familias de Illinois por la forma en la que manejaron el caso y la investigación.
En medio del dolor y la batalla burocrática a la que se enfrentan, la familia no pierde la esperanza de que el pequeño sobreviva, aunque sigue en estado crítico en un hospital de Chicago.
El recién nacido habría llegado al hospital Christ luego de que fuera removido del vientre de su madre luego de que, según la policía, Clarisa Figueroa la estranguló con un cable, le sacó el bebé y se hizo pasar por la madre del niño en el hospital.
En medio de la tragedia, el martes Julie Contreras, vocera de la familia Ochoa dijo que se reunieron con los directivos del hospital ya que presuntamente el Departamento de Niños y Familia (DCFS) no habría sido notificado del caso hasta el 9 de mayo.
“Cómo fue posible que llegó esta señora con sangre en las manos en la cara, con el bebé y cómo es que ella fue atendida aquí en el hospital y no se dieron cuenta de la situación de que ella no tuvo ese bebé biológicamente”, se preguntó Contreras.
Cinco familiares de Ochoa recibieron visas humanitarias para estar presentes en el funeral de la joven madre de 19 años que será este jueves y viernes antes de darle cristiana sepultura el sábado.
Entre tanto esta semana la familia espera por una segunda reunión con los directivos del hospital para conocer por qué no habrían reportado antes la llegada de pequeño al Departamento de Niños y Familias.
También dijeron que el bebé será sometido a más pruebas para comprobar su actividad cerebral.
Clarisa Figueroa, de 46 años, y su hija, Desirée Figueroa, de 24, presuntamente planearon la muerte de Marlen Ochoa, de 19 años, durante semanas antes de engañarla para que fuera hasta su casa por medio de un grupo de Facebook, dijeron los fiscales.
El viernes pasado una jueza del condado de Cook le negó la fianza a "Las Figueroa" acusadas de asesinato, alegando que hay "una gran presunción" de que cometieron un "atroz y mortal asesinato" y que representan un peligro “real y presente” para la comunidad.
También le negó la fianza al novio de Clarisa Figueroa, Piotr Bobak, de 40 años, quien está acusado de encubrir un homicidio y una muerte.
