CHICAGO - La madre de Melissa Ortega relató los últimos momentos con su hija de 8 años, haciendo una promesa que dijo que nunca pudo cumplir antes de que le quitaran la vida a su hija cuando estalló una lluvia de disparos en el vecindario La Villita de Chicago mientras caminaban por la calle en la tarde del sábado.
Araceli Ortega, en un comunicado leído por su pastor durante una conferencia de prensa donde se anunciaron los cargos contra dos personas en relación con el asesinato de su hija, expresó que “perdió mi mayor tesoro en la vida” ese fatídico día.
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“Ella era la razón por la que me levantaba todas las mañanas. Todo lo que hacía, lo hacía por ella”, leyó el comunicado. “Emigramos de México hace seis meses. Estábamos llenos de sueños y teníamos grandes aspiraciones. Imaginamos una vida mejor aquí. Vinimos en busca del sueño americano del que tan famosamente escuchamos, pero en lugar de eso tengo que vivir una pesadilla por el resto de mi vida.”
Momentos antes de que sonaran los disparos, Melissa le había pedido a su mamá una hamburguesa.
Araceli Ortega comentó que le dijo a su hija “por supuesto” y le preguntó si la quería antes o después de ir al banco. Melissa optó por más tarde y dijo: “No tengo tanta hambre en este momento, pero ¿me prometes que me lo comprarás?”.
“En ese momento le prometí que le compraría esa hamburguesa. Sin embargo, no pude. No pude cumplir esa promesa”, decía su declaración. “Mi hija dejó de tomarme la mano y sin explicación la encontré en el suelo con un charco de sangre y un balazo en la cabeza”.
Según la policía, Melissa y su madre caminaban por la cuadra 3900 de West 26th Street aproximadamente a las 2:45 p.m. cuando un vehículo se detuvo cerca del lugar. Un asaltante salió del vehículo y comenzó a disparar contra un grupo de lo que la policía describió como tres pandilleros rivales.
Un hombre de 26 años, uno de los objetivos previstos en el tiroteo, también fue alcanzado, según la policía, pero otra bala alcanzó a Melissa en la cabeza y la mató.
La policía de Chicago informó que un joven de 16 años, que se cree que es el pistolero del tiroteo, ha sido arrestado y acusado de asesinato en primer grado. Un hombre de 27 años también fue arrestado en relación con el caso, y la policía alega que se desempeñó como conductor de la fuga en un tiroteo que tuvo como objetivo a miembros de pandillas rivales.
La fiscal estatal del condado Cook, Kim Foxx, anunció que el sospechoso adolescente será juzgado como adulto en el caso. Enfrenta cargos por delitos graves de asesinato en primer grado e intento de asesinato en primer grado, junto con dos cargos de asalto agravado con un arma de fuego.
Mientras tanto en su declaración, Araceli Ortega dijo que perdona al presunto pistolero.
“Tú también fuiste una víctima”, indicó. “Como joven de 16 años, la comunidad te falló, al igual que le falló a mi precioso bebé. Aunque espero que en los muchos años que pases en prisión, tengas tiempo para reflexionar sobre tus acciones porque me quitaste lo más valioso que he tenido en mi vida. Mi princesa Melissa”.
El último avance en el caso se produce solo dos días después de que la policía de Chicago dijera que tenía “pistas muy sólidas” en el asesinato de Melissa. Si bien se negó a ofrecer muchos detalles, el superintendente de policía de Chicago, David Brown, compartió que el departamento tenía varias personas cooperando en su investigación.
“Melissa era una niña preciosa y es inaceptable que sea la última chica de Chicago en ser víctima de la violencia de pandillas sin sentido”, expresó Brown. “Como ciudad, estamos de luto. Lamentamos su pérdida porque ningún niño de Chicago debería conocer la violencia, y ningún padre debería tener que soportar algo como esto. Siempre recordaremos a Melissa y que le encantaba bailar. Era una luz para su familia y pronunciamos su nombre porque representaba la inocencia y el potencial de todos los niños de Chicago. Y lo que le pasó a Melissa no debería pasarle a nadie, en ningún lugar”, agregó Brown.
Melissa cursaba el tercer grado en la Academia Emiliano Zapata y su familia acababa de mudarse a Chicago en agosto en busca del sueño americano.
En un comunicado, la familia de Melissa sostuvo que había emigrado a Estados Unidos hace seis meses, pero que solo había llegado a Chicago tres meses antes del tiroteo para estar cerca de la familia.
“Como muchos inmigrantes, Melissa esperaba tener una vida mejor aquí: quería aprender inglés, quería experimentar la nieve de Chicago, quería comprar un peluche de Build-a-Bear, quería hacer bailes de Tik Tok con sus amigos”, leyó el comunicado de la familia. “A los 8 años, era una niña llena de esperanza y tenía toda la vida por delante. Buscó alcanzar el Sueño Americano, pero en lugar de eso le dieron la Violencia Americana”.
Solo unos días antes, cinco niños, todos menores de 17 años, recibieron disparos en un solo día.
“Este no es un problema que surgió el sábado, domingo, un problema que surgió este año o incluso el pasado”, dijo el miércoles la alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot. “Es un problema de larga data y ya es hora de que nos unamos, nos unamos y traigamos paz a esta hermosa y vibrante comunidad de La Villita”.
Araceli Ortega agradeció a la comunidad por las muestras de apoyo y solicitó que la memoria de su hija sea preservada.
“No dejes que muera en vano”, pidió. “Deberíamos estar llenos de tristeza, pero también de ira. ¿Cómo es posible que una niña pequeña muera a plena luz del día? ¿Cómo es posible que podamos enviar hombres a Marte pero no podamos arreglar la violencia armada en nuestra ciudad? ¿Como es posible?”, cuestionó.
