CHICAGO- Varias sinagogas y negocios judíos en el vecindario de West Rogers Park reportaron haber sido víctimas de actos vandálicos este fin de semana, días después del Día de Conmemoración del Holocausto.
La policía dijo el lunes que interrogan a un sospechoso en conexión con los hechos, a los que la alcaldesa Lightfoot condenó ser “parte del preocupante aumento de antisemitismo que hemos visto tanto en nuestra ciudad como en todo el país”.
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Según informes de la policía, el sábado pasado, las ventanas de dos negocios en la cuadra 2900 West Devon Avenue fueron rotas, pero afortunadamente nadie logró entrar ni robar mercancía.
El mismo día, alguien rompió una puerta de vidrio y abrió otra en una sinagoga a varias cuadras de distancia, sobre el 2800 West North Shore, dijo la policía.
Tambíen el sábado y según un testigo, alguién pateó y rompió la ventana lateral de una sinagoga en la cuadra 3600 West Devon Avenue, dijo la policía.
Luego el domingo, alguien pintó un grafiti en una sinagoga en la cuadra 2900 West Devon y en un contenedor en la cuadra 3000 West Devon, cerca de la secundaria Hanna Sacks.
La policía no describió los grafitis, pero la Liga de Ciudadanos Preocupados, que rastrea los ataques antisemitas en el área de Chicago, dijo que eran esvásticas amarillas.
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La policía dijo que una persona de interés fue detenida en relación con el grafiti y por “agredir verbalmente” a alguien, pero no dijo si las ventanas rotas estaban relacionadas.
Entre tanto, la concejal Debra L. Silverstein, cuyo Distrito 50 cubre el área donde ocurrieron los hechos, dijo que la policía aún investiga“si fueron cometidos por la misma persona o por un grupo. Aunque no se ha hecho un pronunciamiento oficial sobre un posible motivo, los actos estos tienen todas las características de delitos basados en el odio.
“Estos incidentes son una desgracia ya que ocurren pocos días después del Día de la Memoria del Holocausto y a la luz de un aumento preocupante del antisemitismo en todo el país”, dijo en un comunicado.
Lightfoot luego emitió un comunicado diciendo que los incidentes fueron “un ataque a la comunidad judía y al tejido social de nuestra ciudad”.
“Como habitantes de Chicago y como estadounidenses, es nuestra responsabilidad denunciar el discurso de odio y actuar y proteger a nuestros hermanos y hermanas judíos que soportan este odio año tras año”, dijo Lightfoot.
“Es por eso por lo que debemos renovar nuestro compromiso de construir una comunidad construida con amor y propósito y extirpar a los fanáticos que causan y se benefician del odio”.
