Chicago reacciona ante orden para mantener familias unidas

Organización proinmigrante dice que la orden no es suficiente para resolver la crisis.

CHICAGO- La decisión del presidente Trump de ponerle un alto temporal a la separación de familias en la frontera ha generado mucha expectativa en la comunidad inmigrante en Chicago y en donde activistas manifiestan cierto escepticismo.

A juicio de la Coalición por los Derechos de Inmigrantes y Refugiados de Illinois, las políticas del mandatario sobre el tema no están claras en cómo el gobierno federal va a garantizar que las familias que están en la frontera permanezcan unidas.

“Nosotros como organización creemos que las familias no deben estar en detención, hay muchos programas específicamente en Chicago que son manejados por organizaciones sin fines de lucro, donde familias están en un ambiente de comunidad mientras pelean sus casos”.

Por su parte el arzobispo de Chicago se refirió al drama de los niños separados de sus padres en la frontera diciendo que “es una forma de tortura y abuso infantil, una violación a los derechos humanos”

Otro que se pronunció al respecto fue el alcalde de Chicago Rahm Emanuel quien a través de un comunicado dijo:

“Cuando Donald Trump obliga a los niños y niñas a ser arrancados de los brazos de sus madres y padres, cuando las familias son separadas y los niños son puestos en jaulas, debemos tener claro que la gente de todas las naciones han hecho grande a Estados Unidos… debemos continuar dando la bienvenida a aquellos que buscan una vida mejor en nuestra gran ciudad y en este gran país".

Cediendo a la presión de aliados ansiosos, el presidente Donald Trump firmó el miércoles una orden ejecutiva que pondrá fin a la separación de las familias que son detenidas al entrar a Estados Unidos sin autorización.

Fue un giro drástico para Trump, quien ha insistido en que no tiene más opción que separar a las familias porque está obligado por la ley y un fallo judicial.

En las noticias de los últimos días han primado las imágenes de niños encerrados en jaulas en la frontera, y grabaciones de audio de menores que lloran y claman por sus padres. Las imágenes han causado enojo, cuestionamientos sobre moralidad y preocupación de los republicanos sobre el impacto negativo en las elecciones de medio periodo en noviembre.

Hasta el miércoles, el presidente, la secretaria de Seguridad Nacional Kirstjen Nielsen y otros funcionarios habían reiterado que la única manera de poner fin a las separaciones era mediante una nueva ley aprobada en el Congreso, pero los demócratas insistían en que podría hacerse con la firma de Trump. Eso fue lo que hizo el miércoles.

“Vamos a tener fronteras muy, muy seguras, pero mantendremos unidas a las familias”, dijo Trump y agregó que no le gustaba la “imagen” ni el “sentimiento” de los niños separados de sus padres.

Agregó que su orden no acabaría con la política de “tolerancia cero” que procesa a los adultos que son detenidos al cruzar la frontera sin autorización. La orden tiene el objetivo de mantener a las familias unidas mientras son detenidas, acelerar sus casos y pedirle al Departamento de Defensa que ayude a hospedar a las familias.

La primera dama también ha sido partícipe. Melania Trump “lleva un rato” pidiendo al presidente Donald Trump que “haga todo lo que pueda para que las familias permanezcan unidas, ya sea trabajando con el Congreso o cualquier cosa que pueda hacer él mismo”, informó un funcionario de la Casa Blanca.

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