“Muerte, una lápida encima de uno, eso es lo primero lo primerito que uno merito piensa”, dijo María Garay.
Garay se refiere al momento que recibió la noticia de que tenía cáncer en su seno derecho. Pero lo peor aún estaba por venir y es que a un mes de ese diagnóstico y cuando ya había comenzado la quimioterapia descubrió que estaba embarazada y los médicos le recomendaron abortar. Pero antes de tomar una decisión María recurrió a la Virgen Morena.
“Yo fui con la Virgen y le dije, me le hinque y le suplique y dije, ‘virgencita de Guadalupe los mismos del alrededor del mundo y todos tus milagros que has hecho, y hoy vengo a pedirte uno, uno para mi madre. Permíteme y dame la dicha de llegar a ser mamá”, dijo Garay.
Maria dice que cuando fue al cerrito del Tepeyac en Des plaines a rogarle a Virgen Morena por la vida que se formaba dentro de su ser, se sintió más vulnerable que nunca. Y fue entonces cuando esta mujer dice que sintió la bondad de la Guadalupana.
“Cuando fui con la doctora para mirar el papel en el cuarto del aborto, me hicieron un ultrasonido y me dijeron: ‘Es tu decisión si te metes al cuarto, porque tú bebe está completito. Ya tiene corazón, bracitos, todo’”.
Maria relata que su ilusión de ser madre fue más fuerte que su enfermedad y su fe en la Virgen de Guadalupe la ayudó a soportar la mastectomía a la que fue sometida cuando tenía cuatro meses de embarazo.
“Todo salió bien, a los siete meses me espesaron a dar quimioterapias. Y eso pues también él se movía mucho. Yo nada más le decía aguanta mi campeón, aguántame campeón”, dijo.
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Contra todo pronóstico en agosto del 2009 nació su hijo Emanuel, un niño completamente sano, quien día tras día sigue creciendo…al igual que la fe de su madre. Maria, quien hoy está libre de cáncer.
“Yo le atribuyo a la Virgen de Guadalupe este milagro. Yo declaro que yo estoy cubierta y mi hijo también del manto divino de la virgen de Guadalupe”, dijo María.
