Clarisa y Desirée Figueroa, la madre e hija acusadas de matar a Marlén Ochoa y arrancarle a su bebé del vientre, acudieron a corte de nuevo este lunes tras ser acusadas de cargos relacionados con la muerte del pequeño Yovanny Jadiel López; de lo cual se declararon no culpables.
Ambas recibieron cargos el pasado mes luego de que el niño muriera en un hospital de Chicago en junio, después de batallar por su vida durante semanas.
Las mujeres ya estaban tras las rejas a la espera del proceso judicial del deceso de la madre y se mantienen arrestadas y sin derecho a fianza.
La familia de Marlén Ochoa dijo la semana pasada que recibieron la noticia de los nuevos cargos, pero que también esperan que la pareja de Clarisa Figueroa reciba cargos de asesinato. A Piotr Bobak, por ahora, solo se le ha señalado de presuntamente ayudar a encubrir una muerte.
Sobre las Figueroa pesan, hasta el momento, acusaciones de homicidio en primer grado por el deceso de Marlén y su bebé.
Marlén Ochoa desapareció en el mes de abril, a pocos días de dar a luz y por semanas su familia clamó por ayuda para dar con su paradero. La investigación reveló que había sido supuestamente atraída al hogar de las Figueroa para una supuesta donación de artículos de bebé y que una vez allí, le habían distraído para matarla y arrancarle de las entrañas a su feto.
El cuerpo de Marlén fue hallado a poca distancia del hogar y su bebé, días después, fue reportado como admitido en un hospital local al que incluso habría sido acompañado por la presunta asesina.
