El Departamento de Justicia inició una investigación penal formal sobre los gastos de oficina y de campaña del representante republicano Aaron Schock, quien renunció a su escaño en medio de dudas y acusaciones. La investigación incluye los negocios personales y los nexos con donantes políticos, dijo el viernes a The Associated Press una persona familiarizada con el caso.
El gobierno se reunía un gran jurado federal en Springfield, Illinois, y el FBI ha comenzado a emitir citaciones para obligar a las personas cercanas al congresista republicano a declarar, dijo la fuente que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizada a hablar públicamente sobre el caso. El gran jurado escuchará los testimonios a principios de abril, según los citatorios.
Schock renunció abruptamente el martes, citando un "corazón consternado”, después de seis semanas de revelaciones sobre sus negocios y el abundante gasto en viajes, reembolsos por kilometraje y la decoración de su oficina en el estilo de "Downton Abbey".
Schock, de 33 años, conocedor de los medios, dijo en un comunicado a principios de esta semana que las constantes preguntas sobre sus gastos y tratos comerciales le hicieron imposible servir se manera efectiva como congresista.
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Las cuestiones planteadas por la Associated Press incluyeron las investigaciones de sus transacciones inmobiliarias, el transporte aéreo y el uso de Instagram. El lunes, la AP confirmó que la Oficina de Ética del Congreso había tendido la mano a los socios de Schock, ya que al parecer inició una investigación.
El líder de la Cámara de Representantes, John Boehner, no fue informado de la renuncia de Schock antes de su anuncio, pero dijo que apoya esa decisión.
