¿Traerá el 2014 la reforma migratoria?

WASHINGTON— Los 11 millones de inmigrantes que ingresaron sin autorización a Estados Unidos pasaron otro año sin arreglar su situación y se preguntan si las elecciones de medio término previstas en noviembre complicarán aún más las posibilidades de que el Congreso apruebe una reforma migratoria en 2014. Expertos consultados por The Associated Press señalaron que ciertamente existen posibilidades de que el Congreso logre legislar el año próximo, pero dependerán en buena medida de cuántos representantes republicanos buscarán la reelección sin tener que enfrentar en las primarias a candidatos del ala más conservadora, conocida como el Tea Party. Doris Meissner, directora del Instituto de Políticas Migratorias, dijo a AP que el ser un año electoral no elimina automáticamente las posibilidades de que el Congreso legisle sobre migración en 2014 porque reformas recientes en esa materia ocurrieron en años electorales como 1980, 1986 y 1990. La ex comisionada para el Servicio de Inmigración y Naturalización señaló que si un gran número de los 233 legisladores republicanos confirma que no enfrentarán un rival conservador cuando haya concluido en abril el lapso de inscripción de candidaturas en la mayoría de los estados, "pudieras imaginarte que estarían dispuestos a hacer algo sobre migración aun cuando los votantes en sus distritos se opongan, debido al interés de su partido en abordar este tema" para acercarse a las minorías étnicas. Candidatos asupiciados por el Tea Party ayudaron a los republicanos a recobrar la mayoría de la cámara baja en 2010, pero el partido comenzó a criticar públicamente a esa facción en diciembre, tras el impacto negativo que representó el cierre parcial del gobierno federal que a mediados de año provocaron algunos legisladores conservadores. No está claro en este momento cómo incidirán estas disputas internas en los resultados electorales, y en otras áreas. Los republicanos John McCain y Mitt Romney perdieron las elecciones presidenciales de 2008 y 2012, respectivamente, frente al demócrata Barack Obama, quien se impuso en ambas contiendas con un sólido apoyo de las minorías, en especial de los latinos. El Congreso mantiene en el limbo a la reforma migratoria, ya que la mayoría republicana en la Cámara de Representantes se ha negado a debatir el proyecto aprobado en junio por el Senado, de mayoría demócrata, y que incluye la opción de la naturalización. La comisión judicial de la cámara baja ha aprobado cinco proyectos de ley de corte restrictivo a la inmigración sin autorización, y varios republicanos han dicho que redactan diversas propuestas. Si la cámara baja en pleno logra aprobar algunos de estos proyectos y su presidente, el republicano por Ohio John Boehner, mantiene su negativa a conciliar una versión bicameral con el proyecto del Senado, entonces el escenario alternativo más probable a juicio de Meissner es que los liderazgos de ambas cámaras acuerden las condiciones para una conciliación bicameral inusual. El proceso podría consistir en que la comisión judicial del Senado procese enmiendas a las versiones de la cámara baja, que pasen al pleno del Senado por separado para su aprobación y que luego regresen a la cámara baja para su adopción. "Si los demócratas en el Senado se rehusaran a procesar las versiones aprobadas por la cámara baja, entonces la situación cambiaría y los republicanos dirían que hicieron lo posible" por lograr una reforma, dijo Meissner. "Todo es un cálculo político, y en un año electoral todavía más". "No soy optimista ni pesimista, soy pragmática", indicó Meissner respecto a sus expectativas de ver una reforma en 2014. "Creo que puedes ver que puede ocurrir, pero será extremadamente difícil que ocurra". En un cambio a la postura que había mantenido durante años de considerar solamente una reforma integral, Obama se mostró abierto a abordar la reforma por partes al pronunciar un discurso a finales de noviembre en San Francisco. "Algunos (republicanos) dudan para hacerlo en un solo proyecto de ley grande, como lo hizo el Senado. Está bien. Pero siempre y cuando todas las piezas se completen pronto y cumplamos con los principios que hemos mencionado por mucho tiempo", dijo Obama, sin especificar si la conducción demócrata en el Senado estaría abierta a la posibilidad de dejar de lado el proyecto de ley integral aprobado en junio para procesar versiones separadas provenientes de la cámara baja. Tamar Jacoby, presidenta de Immigration Works USA, consideró que existe "una buena posibilidad" de que el 2014 traiga una reforma migratoria, pero alertó que uno de los principales obstáculos para que la cámara baja apruebe proyectos de ley será la postura republicana de permitir solo la legalización de los inmigrantes no autorizados, quienes tendrían que optar a la naturalización a través de las tres opciones contempladas en la ley actual: un cónyuge, un hijo mayor de edad o un patrono estadounidenses. Aún no han circulado borrador alguno, pero varios republicanos han expresado un concepto de legalización en esos términos, alegando que la reforma no debería incluir la opción de la naturalización porque sería premiar a personas que han violado leyes estadounidenses. Los demócratas han reiterado su rechazo a cualquier solución que no incluya la opción de la naturalización, porque consideran que crearía una subclase con derechos jurídicos vulnerados. Pero algunos demócratas como Henry Cuellar (Texas) y Juan Vargas (California) se han expresado públicamente a favor de transar por una legalización. "Los republicanos necesitan redactar un proyecto de ley de legalización no solamente que atraiga el apoyo de la mayoría de la mayoría", dijo Jacoby —cabeza de una federación nacional de pequeñas empresas que buscan una reforma migratoria— refiriéndose a la mitad de la bancada republicana, un requisito impuesto por Boehner para traer una legislación al pleno de la cámara, donde se requieren 218 votos. "Necesitará también atraer 100 demócratas. ¿Estarán los demócratas lo suficientemente satisfechos para aportar 100 votos pese a que no lograrían todo? Creo que los demócratas tendrán un gran problema con la legalización, y el movimiento pro-reforma se dividirá. Será una prueba para ambos partidos", agregó Jacoby. El director del Centro para Estudios Migratorios, Mark Krikorian, puso en duda la viabilidad de un proyecto de ley que solo legalice a los inmigrantes sin autorización porque "realmente no es una solución intermedia, es una amnistía". "La amnistía significa que un inmigrante ilegal se queda legalmente, pero cuando un inmigrante ilegal deja de ser ilegal el juego termina", agregó. Krikorian advirtió además que si el jefe de la bancada mayoritaria en el Senado, el demócrata por Nevada Harry Reid, accede a aprobar versiones separadas para conciliar con la cámara baja, entonces "se disolvería" su coalición de 68 senadores que votó a favor de la reforma. "Creo que la cámara baja aprobará muchas cosas, pero ninguna llegará al escritorio del presidente Obama. No apostaría mi casa, pero sí apuesto un almuerzo", dijo el director del centro que busca mayores restricciones a la inmigración. Otros que han manifestado su optimismo sobre una reforma en 2014 son la cámara de comercio y la central sindical AFL-CIO. Thomas Donohue, presidente de la cámara, dijo en noviembre que está "más optimista que nunca antes. La reforma ocurrirá porque el precio de no hacerlo es muy alto en cuanto a la creación de empleo. Ignorarlo no genera nada bueno", dijo el líder empresarial. Por su parte, la directora para asuntos migratorios de AFL-CIO Ana Avendaño calificó como "histórica" la coyuntura actual debido al apoyo expresado por empresarios, sindicatos y religiosos a la reforma migratoria, pero aseguró que las tácticas deberían ahora darle igual prioridad a la urgencia por detener las deportaciones. "Las deportaciones tienen la misma importancia que la reforma legislativa desde el punto de vista de las comunidades, y necesitamos adaptar nuestra estrategia a eso", agregó. Numerosas organizaciones consideran que el promedio anual sin precedentes de 400.000 deportaciones durante el mandato de Obama golpea de manera desproporcionada a la comunidad hispana.

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