Patrulla fronteriza endurece su política

SAN DIEGO - La Patrulla Fronteriza está decidida a eliminar la puerta giratoria que tenía en la frontera.

Ya se redujo significativamente la cantidad de detenciones de personas que tratan de cruzar ilegalmente la frontera a partir de las medidas de vigilancia tomadas en los últimos años y ahora se comenzará a aplicar castigos más severos a quienes son detenidos sin papeles.

La idea es desalentar a las personas deportadas de que intenten regresar a Estados Unidos, como hacen en buena parte de los casos.

La detención de inmigrantes no autorizados a lo largo de los 3,144 kilómetros (1,954 millas) de frontera con México llegó a su nivel más bajo en 40 años.

Ello obedece a que la cantidad de agentes se ha más que duplicado desde 2004 hasta llegar a los 21,000. La Patrulla Fronteriza, por otra parte, ha cubierto una tercera parte de la frontera con cercas y otras barreras físicas, y ha gastado mucho dinero en cámaras, sensores y diversos artilugios más. Grandes avances en la tecnología para el manejo de las huellas digitales, por otro lado, han mejorado ampliamente la inteligencia que se aplica a los que cruzan la frontera.

Es un progreso enorme en comparación con sólo unos años atrás. Los agentes de mayor edad recuerdan haberse sentido tan desbordados que veían impotentes cómo los inmigrantes cruzaban sin autorización, minutos después de haberlos atrapado y dejado en el cruce fronterizo más cercano.

Mike Fisher, jefe de la Patrulla Fronteriza y miembro de la fuerza desde 1987, recuerda haber aprehendido al mismo inmigrante 10 veces en un turno de ocho horas cuando era un agente joven.

La agencia está cambiando ahora su enfoque, convencida de que el sistema para combatir el ingreso ilegal es lo suficientemente fuerte como para imponer consecuencias más serias a casi todos los que captura, desde áreas que incluyen el Valle del Río Bravo en Texas hasta San Diego.

El "Sistema de Aplicación de Consecuencias" -una parte crucial de la nueva estrategia nacional de la Patrulla Fronteriza a ser anunciada pronto- se apoya en gran medida en herramientas que han sido implementadas y ampliadas durante la última década en partes de la frontera. Clasifica a los que la cruzan en siete categorías, las cuales van desde los que lo hacen por primera vez hasta personas con antecedentes penales.

Los castigos varían según la región, pero hay un común denominador: el último recurso es el sólo deportar a la gente tras tomarle sus huellas digitales. Algunos, entre ellos los niños y los que están enfermos, todavía recibirán un pase gratuito al ser deportados en el cruce fronterizo más cercano, pero serán pocos y espaciados entre sí.

Las consecuencias pueden ser severas para los inmigrantes detenidos y costosas para los contribuyentes estadounidenses. Los inmigrantes que carecen de permiso de residencia pueden ser enjuiciados por un delito grave o ser trasladados a una ciudad fronteriza desconocida para ellos a cientos de kilómetros de distancia a fin de regresarlos a México.

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