Obama: “Necesitamos más acción”

WASHINGTON -- El presidente Barack Obama exhortó a los mandatarios de tres países centroamericanos y al Partido Republicano el viernes a que ayuden a detener la afluencia de menores y familias migrantes a la frontera sur.

El presidente guatemalteco Otto Pérez Molina dijo estar "muy satisfecho" por el resultado "muy favorable" de la reunión, ya que Obama expresó su compromiso de respetar los derechos de los menores y propuso preparar un plan de acción de mediano y largo plazo.

Aunque dijo que hubo algunos avances, Obama pidió a los legisladores republicanos que aprueben su pedido de fondos de emergencia. Faltando una semana para el receso legislativo de agosto, los legisladores republicanos intentaban ponerse de acuerdo sobre su propio proyecto de solución a la crisis, que costaría la cuarta parte de lo que pidió Obama.

"Espero que el presidente (de la Cámara Baja, John) Boehner y los legisladores Republicanos no se vayan de vacaciones por todo el mes de agosto sin hacer algo para ayudar a resolver este problema", dijo Obama. "Necesitamos más acción, menos palabras".

Obama y el vicepresidente, Joe Biden, se reunieron en la Casa Blanca con el mandatario guatemalteco Otto Pérez Molina, el hondureño Juan Orlando Hernández y el salvadoreño Salvador Sánchez Cerén.

Obama dijo que los cuatro países juntos deben detener la afluencia de niños a la frontera porque los jóvenes arriesgan sus vidas y las de sus familias.

También agradeció a sus colegas por los esfuerzos realizados.

"Los informes iniciales demuestran que nuestros esfuerzos conjuntos aparentemente empiezan a dar resultados", dijo.

Pérez Molina dijo que durante la reunión se abordó la necesidad de que los países centroamericanos cumplan con varias metas como incrementar la recaudación tributaria y definir cuánto aportaría cada uno a un plan de acción.

Dijo que Obama también les pidió que se preparen a recibir y repatriar a los migrantes rechazados en la frontera.

Pérez Molina habló con reporteros en las afueras de la Casa Blanca, minutos después de que docenas de activistas protestaran con pancartas para pedir que las autoridades estadounidenses protejan y reúnan a las familias migrantes.

En tanto, legisladores Republicanos intentaban ponerse de acuerdo sobre su propio proyecto de solución a la crisis, un paquete de medidas que incluye el envío de efectivos de la Guardia Nacional a la frontera, incrementar el número de jueces de inmigración y modificar una ley para acelerar la deportación de miles de jóvenes migrantes que llegan a la frontera. El costo del paquete no llegaría a los 1.0 millones de dólares, muy por debajo de los 3.7 millones solicitados por Obama para afrontar la crisis.

Algunos republicanos que salían de una reunión en el Capitolio dijeron que era necesario tomar medidas antes de iniciar el receso anual de agosto.

La bancada republicana dijo que no aprobarían la adición de dinero sin que se hagan cambios sustanciales en la política del gobierno para que tenga más autoridad para detener y rechazar a los niños que lleguen a la frontera.

La reunión en la Casa Blanca abordó un proyecto de plan estadounidense para otorgar el estatus de refugiado a jóvenes hondureños, dijeron funcionarios de la presidencia. El plan consistiría en examinar a los jóvenes en sus países de origen para determinar si cumplen los requisitos, y comenzaría en Honduras pero podría extenderse a otros países de la región.

Obama dijo que el proceso para determinar si una persona cumplía los requisitos para recibir asilo por razones humanitarias era preferible realizarlo en su propio país para que no intentara la peligrosa travesía hasta la frontera.

Pero aclaró que ese estatus le sería otorgado a un número de personas relativamente pequeño.

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