El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su homologo mexicano, Enrique Peña Nieto, sostuvieron una plática telefónica previa a la reunión entre los presidentes Guatemala, Honduras y El Salvador, para analizar una estrategia migratoria integral entre ambas naciones.
Barack Obama celebró el anuncio del presidente Peña Nieto de una nueva estrategia para mejorar los controles y salvaguardias a lo largo de su frontera con Guatemala y Belice.
A pesar que últimos reportes aseguran una ligera baja en la afluencia de niños migrantes no acompañados, este sigue siendo el punto álgido en materia migratoria.
Los presidentes intercambiaron ideas sobre la forma en la que Estados Unidos y México pueden trabajar con los socios regionales y establecer la colaboración necesaria con líderes centroamericanos para abordar las causas que originan la migración.
La Casa Blanca ha reiterado su posición ante los migrantes que entran a Estados Unidos sin documentos, sean menores o adultos, todos están sujetos a la deportación y no recibirán los beneficios de una reforma de las leyes de inmigración que les permitan quedarse.
