Disputa salarial afecta a la reforma

WASHINGTON - Una disputa entre un grupo empresarial y una central sindical sobre el salario de trabajadores sin especialización se desencadenó el viernes en momentos que los senadores buscaban concretar un proyecto de ley de reforma integral de la inmigración.

Autoridades de ambos grupos dijeron que la Cámara de Comercio de Estados Unidos y la central sindical AFL-CIO, que negocian a través de un grupo bipartidista de senadores, habían llegado a un acuerdo significativo sobre un nuevo programa de visas para traer a un máximo de 200,000 trabajadores de poca calificación al año a Estados Unidos.

La cantidad de visas cambiaría sobre la base de la demanda y los trabajadores podrían cambiar de empleo y solicitar la residencia permanente.

Pero la AFL-CIO (Federación Estadounidense del Trabajo-Congreso de Organizaciones Comerciales) presionó a favor de salarios más altos que los aceptados por la Cámara hasta ahora. Por su parte, la AFL-CIO alegó que la Cámara estaba tratando de pagar por debajo del salario medio de cualquier profesión.

A su vez, la Cámara alegó que pagaría lo mismo que cobran los trabajadores estadounidenses.

En el caso de las empleadas domésticas, por ejemplo, la Cámara quería pagar 8,44 dólares la hora, que es menor del nivel federal de pobreza para una familia de cuatro personas, mientras que la AFL-CIO pedía 11,39 la hora, según un funcionario. Las autoridades describieron el estado de las discusiones a condición de no ser identificadas porque no tenían autorización de revelar detalles de las conversaciones privadas.

El proyecto de ley contempla reforzar la seguridad de la frontera con México, mejorar la inmigración legal y el cumplimiento de las leyes en los centros de trabajo, así como dar una vía a la naturalización a los aproximadamente 11 millones de inmigrantes no autorizados que viven en el país.

A medida que avanzaba el día, los senadores se reunieron durante varias horas en un salón privado junto al pleno del Senado, y la Cámara y la AFL-CIO intercambiaron críticas, acusándose una a la otra de poner en peligro las negociaciones.

"Creemos que los republicanos van a pasar trabajo cuando entren en receso, regresen a sus estados, especialmente en Florida y Arizona, y tengan que explicar a sus electores por qué están obstaculizando una de las leyes más importantes para esta comunidad sobre la base de su avaricia de no pagar a los pobres ni siquiera salarios medios", dijo Ana Avendaño, asistente del presidente de la AFL-CIO para Inmigración y Acción Comunitaria.

Randy Johnson, vicepresidente de la Cámara a cargo de Fuerza de Trabajo, Inmigración y Prestaciones a los Empleados, dijo: "Estamos asombrados de por qué los sindicatos se arriesgan a poner en peligro las negociaciones al presionar por una cláusula que hace aumentar los salarios de los trabajadores inmigrantes por encima del que devengan los estadounidenses".

A pesar de las maniobras de última hora, los senadores reportaron que estaban avanzando.

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