Una inmigrante indocumentada obtuvo una compensación económica tras haber sido retenida en una de las llamadas “hieleras” en un centro de detención fronterizo en Texas.
Las bajas temperaturas afectaron la salud de la salvadoreña, y ahora su caso sienta un precedente en lo que se refiere a la defensa de los derechos de los inmigrantes detenidos.
Alba Quiñonez ingresó de manera ilegal a Estados Unidos en 2013 proveniente de El Salvador. Fue detenida en Falfurrias (Texas) y llevada a un centro de detención, donde estuvo en uno de los cuartos que se conocen como “hieleras”, porque dicen que el aire acondicionado es demasiado frío.
Ella demandó al gobierno porque, entre otras cosas, argumentó que un oficial tiró toda la medicina que necesitaba.
La mujer salvadoreña llegó a ese lugar con padecimientos como diabetes, hipertensión y depresión.
Su defensa llegó a un acuerdo económico con el gobierno, que la compensará con $80,000.
En mayo de 2015, Quiñonez habló con el programa “Un nuevo día”, de Telemundo, sobre las condiciones que enfrentó en el centro de detención.
Ahora, Quiñonez espera que se resuelva favorablemente su petición de asilo.
