ANAHEIM (California) - La madre de un hispano muerto a tiros por agentes de la policía de Anaheim condenó el miércoles las protestas violentas derivadas de estos hechos y afirmó que no deseaba que esas movilizaciones se convirtieran en el legado de su hijo.
"Fui testigo del último aliento de mi hijo. Fui testigo del último latido de su corazón", expresó Genevieve Huízar, quien rompió en llanto.
"Por favor, por favor, pongan fin a la violencia. Estos actos no me devolverán a mi hijo, es lo peor por lo que podría pasar una madre", apuntó.
La conferencia de prensa de Huízar tuvo lugar en el cuarto día consecutivo de protestas violentas por la muerte a tiros de Manuel Díaz a manos de la policía y los disparos que hizo la policía el domingo contra otro individuo que abrió fuego contra los agentes durante una persecución.
Un transeúnte fue mordido por un perro que se había escapado a la policía poco después de la muerte de Díaz ocurrida el sábado.
En la más reciente oleada de protestas, unos 600 manifestantes recorrieron el martes en la noche calles del centro de la ciudad, donde rompieron escaparates, incendiaron basura y lanzaron piedras y botellas contra la policía, dijeron las autoridades.
Huízar señaló que su familia no había participado en ningún acto de violencia.
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Horas antes, en conferencia de prensa, el alcalde Tom Tait, dijo que el Departamento de Justicia federal aceptó investigar los recientes tiroteos en los que están involucrados agentes y que tenía previsto reunirse el viernes con integrantes de esa entidad y del FBI.
"Tendremos un panorama claro y completo de estos incidentes" y después seguirá un diálogo público sobre las medidas que deben adoptarse, señaló Tait en conferencia de prensa.
Anaheim es una ciudad de contrastes, con casas lujosas en lo alto de las colinas y complejos de apartamentos atestados de residentes.
La ciudad, 40 kilómetros (25 millas) al sureste de Los Angeles, es conocida por su equipo de béisbol de los Angelinos y sobre todo por ser sede del primer parque de diversiones Disneyland, donde la mayoría de las noches hay un espectáculo de fuegos artificiales.
A medida que ha crecido la población hispana en toda California, también lo ha hecho en esa ciudad, donde representa un 53%, según el censo de 2010.
