WASHINGTON – Un juez federal ordenó el jueves al exasesor de Donald Trump, Steve Bannon, presentarse en prisión el 1 de julio para comenzar una sentencia de cuatro meses de prisión por desafiar las citaciones del Comité del 6 de enero después de que un tribunal superior rechazara su apelación.
Bannon fue declarado culpable de dos cargos de desacato al Congreso en julio de 2022 por desafiar las citaciones del comité, pero su sentencia quedó en suspenso mientras apelaba el caso.
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El juez federal de distrito dijo el jueves que ya no creía que la “base original” para suspender la imposición de la sentencia de Bannon existiera después de que un tribunal de apelaciones confirmó la condena de Bannon. Bannon aún podría apelar la decisión de Nichol de que debe presentarse en prisión.
Una corte de apelaciones ratificó el viernes la condena penal de Bannoncpor desacato a un citatorio de la Comisión de la Cámara de Representantes que investigó el ataque al Capitolio de Estados Unidos.
Un panel de tres jueces de la Corte Federal de Apelaciones del Circuito de D.C. rechazó las objeciones de Bannon al veredicto de desacato al Congreso por el que fue sentenciado en 2022 a cuatro meses de prisión. El juez que supervisa el caso le permitió seguir en libertad mientras presentaba su apelación.
Por el momento, los abogados de Bannon no han respondido a un correo electrónico para solicitar sus comentarios. Sus abogados pueden pedir que el pleno del tribunal de apelaciones de D.C. atienda el asunto.
Bannon fue condenado por dos cargos de desacato al Congreso, uno de ellos por rehusarse a presentarse a declarar, y el otro por negarse a proporcionar documentos relacionados con su participación en los intentos de Trump de invalidar la elección presidencial de 2020.
Inicialmente, Bannon argumentó que su testimonio estaba protegido por el reclamo de privilegio ejecutivo de Trump. Sin embargo, el panel de la Cámara Baja y el Departamento de Justicia señalaron que tal afirmación era dudosa debido a que Trump había despedido a Bannon de la Casa Blanca en 2017 y que, por esa razón, Bannon era un ciudadano común cuando fue consultado por el entonces presidente antes de los disturbios.
Los abogados de Bannon argumentaron en un juicio que el acusado no actuaba de mala fe, sino que trataba de evitar entrar en conflicto con las objeciones de privilegio ejecutivo presentadas por Trump. El alguna vez asesor presidencial dijo que deseaba que un abogado de Trump estuviera presente en la sala para su comparecencia, pero la comisión no lo permitió.
Los abogados de Bannon dijeron a la corte de apelaciones que el fallo debía anularse debido, entre otras razones, a que el citatorio de la Comisión fue inválido, afirmaron.
Bannon también alegó que el juez que supervisó el juicio anuló citatorios indebidamente, los cuales buscaban obtener testimonios y registros de los propios miembros, personal y asesores de la Comisión, los cuales, afirmaron sus abogados, pudieron haber reafirmado su defensa.
La corte de apelaciones señaló que todas estas objeciones carecen de méritos.
“Concluimos que ninguna parte de la información buscada en los citatorios del juicio era relevante para los elementos del delito de desacato, ni para ninguna defensa afirmativa que Bannon tuviera derecho a presentar en el juicio”, escribieron los jueces.
Un segundo asesor de Trump, el asesor de comercio Peter Navarro, también fue condenado por desacato al Congreso y se presentó en prisión en marzo para cumplir su sentencia de cuatro meses.
Navarro ha sostenido que no pudo cooperar con la Comisión debido a que Trump había invocado el privilegio ejecutivo. Sin embargo, los tribunales han rechazado ese argumento, al encontrar que Navarro no pudo demostrar que Trump realmente lo hubiera invocado.