El presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, aseguró el viernes que los negociadores “avanzaron” hacia un acuerdo con la Casa Blanca para elevar el límite de la deuda de Estados Unidos, mientras se apresuran para concretar un acuerdo antes de la cercana fecha límite a fin de evitar un incumplimiento de pagos potencialmente catastrófico.
No obstante, McCarthy dijo a los periodistas en el Capitolio que aún queda trabajo por hacer. Estados Unidos podría enfrentar un incumplimiento de pagos sin precedentes tan pronto como el 1 de junio, lo que potencialmente provocaría caos en la economía mundial.
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Las dos partes se están acercando a un acuerdo de dos años que reduciría el gasto federal y elevaría el límite de endeudamiento antes de la fecha límite del 1 de junio, cuando el Tesoro podría quedarse sin dinero para pagar las cuentas de la nación.
El presidente Joe Biden y el alto legislador republicano esperan llegar a un compromiso presupuestario este fin de semana. Cualquier pacto tendría que ser un compromiso político, con el apoyo tanto de demócratas como de republicanos para que luego sea aprobado por el pleno del Congreso.
Una persona familiarizada con las conversaciones dijo que las dos partes están “inmersas” en si deben aceptar o no las demandas republicanas de imponer requisitos laborales más estrictos a las personas que reciben cupones de alimentos del gobierno, ayuda en efectivo y asistencia médica, y que son algunos de los estadounidenses más vulnerables.
Sin embargo, de cara al fin de semana, tanto Biden como McCarthy expresaron optimismo de que podrían cerrar la brecha entre sus posiciones. Un acuerdo de dos años elevaría el límite de deuda para ese lapso, que iría más allá de las elecciones presidenciales de 2024.
POR QUÉ NO SE HA LLEGADO A UN ACUERDO
La votación para aumentar el límite de deuda le permite al Departamento del Tesoro seguir pidiendo dinero prestado para pagar las ya elevadas cuentas del país.
Aunque alguna vez fue un trámite de rutina en el Congreso, las votaciones más recientes han sido utilizadas para ejercer presión política, ya que al ser una iniciativa de aprobación obligatoria pueden agregársele otras prioridades.
Los representantes republicanos, con nuevas facultades gracia a su mayoría en la cámara, se niegan a aumentar el límite de deuda a menos que Biden y los demócratas impongan recortes al gasto federal y restricciones a gastos futuros.
Los republicanos aseguran que la deuda nacional, actualmente de $31 billones, es insostenible. También quieren adjuntar otras prioridades, como requerimientos laborales más estrictos para los beneficiarios de ayuda gubernamental en efectivo, cupones para alimentos y el programa de atención médica Medicaid. Muchos demócratas están en contra de estos requerimientos.
Biden ha insistido en que se apruebe el límite de deuda sin mayores compromisos, asegurando que Estados Unidos siempre paga sus deudas y que una mora en la deuda no es negociable.
Pero ante la cercanía de la fecha límite del 1 de junio, cuando el Tesoro asegura que se quedará sin dinero, Biden inició las negociaciones con los republicanos.
QUÉ PASA SI NO SE EXTIENDE EL TECHO DE LA DEUDA
Un impago gubernamental sería algo sin precedentes y devastador para la economía del país. Yellen y expertos en economía han dicho que podría ser “catastrófico”.
Realmente no existe un manual sobre lo que podría suceder. Pero tendría repercusiones de gran calado.
Yellen ha dicho que destruiría el mercado laboral y los negocios, y millones de familias que dependen de los pagos del gobierno federal “posiblemente no recibirían sus pagos”, incluidos los beneficiarios del Seguro Social, veteranos de guerra y familias de militares.
Más de 8 millones de personas podrían perder sus empleos, según estimados de funcionarios del gobierno. La economía podría caer en picada hacia una recesión.
“Un impago podría causar un sufrimiento generalizado cuando los estadounidenses pierdan los ingresos que necesitan para subsistir”, dijo. Las interrupciones en las operaciones del gobierno federal podrían afectar “el control y seguridad del tráfico aéreo, la seguridad fronteriza y la defensa nacional, y la seguridad alimentaria”.