Policía llora tras veredicto por violar a 8 afroamericanas

 OKLAHOMA CITY (Oklahoma) -- Un ex policía de Oklahoma City fue declarado culpable el jueves de violar y victimar sexualmente a ocho mujeres durante su turno policial en un vecindario de raza negra y bajos ingresos.

La madre de la adolescente aplaudió y lanzó un grito de alegría cuando un jurado de Oklahoma City declaró culpable a un ex policía de violar a su hija y asaltar sexualmente a otras siete mujeres.

Minutos después del veredicto de culpable para Daniel Holtzclaw, de 29 años, la madre de su acusadora más joven expresó la esperanza de que el caso demuestre que la inconducta sexual policial no se limita a un agente o un departamento. "Es un problema nacional", dijo a la Associated Press.

Holtzclaw fue declarado culpable el jueves de acosar a la adolescente y a otras mujeres con las que se cruzaba al patrullar un barrio de gente pobre y de minorías étnicas. Podría pasar el resto de su vida en la cárcel, dado que el jurado recomendó una pena de 263 años, incluyendo 30 años cada una por cuatro violaciones agravadas de las que fue declarado culpable.

El jurado condenó a Holtzclaw de 18 cargos relacionados con ocho de las 13 mujeres, todas de raza negra, que declararon en su contra. El jurado lo absolvió de otros 18 cargos. Sollozó al escuchar la lectura del veredicto.

Su caso atrajo la atención sobre el problema de transgresiones sexuales cometidas por agentes de policía, algo que sus jefes estudian desde hace años.

El caso de Holtzclaw fue uno de los que estudió la AP en una investigación de las transgresiones sexuales cometidas por la policía. La investigación, que tomó un año, reveló que un millar de agentes fueron cesanteados por delitos u otras transgresiones sexuales a lo largo de seis años.

La conclusión de la AP sin duda se queda corta. No todos los estados tienen disposiciones que prohíben a los agentes cesanteados regresar a la fuerza. Y en los estados que sí la tienen, hay enormes variaciones entre aquellos en que los agentes son sometidos a proceso o simplemente denunciados a las juntas estatales que los autorizan a ejercer.

Un denominador común en los casos de transgresiones sexuales de la policía es que las víctimas pertenecen a los sectores más vulnerables de la sociedad: menores, drogadictos y mujeres presas o con prontuario penal. Es exactamente la gente a la que se acusó a Holtzclaw de atacar.

Después de recibir una denuncia de una abuela que dijo que Holtzclaw la obligó a realizar sexo oral por haber cometido una infracción de tránsito, la policía identificó a una docena de mujeres, presuntas víctimas del agente.

La más joven, de 17 años, fue la última en declarar en el juicio. La joven declaró que Holtzclaw desde su patrulla la obligó a detenerse cuando iba a su casa una noche de junio de 2014. La llevó hasta la casa en su patrulla y la acompañó hasta la entrada, donde dijo que debía catearla. Dijo que le tomó los pechos, luego le bajó los pantaloncillos y la violó. Su ADN apareció en los pantalones del uniforme del agente.

El jurado declaró culpable a Holtzclaw de violación agravada, violación simple y ataque sexual en el caso de la joven. También fue declarado culpable de sexo oral forzoso, agresión sexual, procurar exhibición lasciva y violación en segundo grado en el resto de los casos.

La AP no identifica a las víctimas de delitos sexuales sin su consentimiento. Tampoco ha identificado a la madre para evitar identificar a la joven.

El jurado deliberó unas 45 horas a lo largo de cuatro días. La sentencia de Holtzclaw se fijó para el 21 de enero. Un juez decidirá si deberá cumplir sus términos de manera consecutiva.

El padre del acusado -un policía en Enid, unos 160 kilómetros (100 millas) al noroeste de Oklahoma City-, su madre y su hermana, estuvieron en el juzgado al momento del veredicto. También estaba cuando menos una de las víctimas, así como varios líderes de la comunidad negra. Siete agentes armados estuvieron custodiando la sala.

El abogado de Holtzclaw, Scott Adams, declinó comentar tras la lectura del veredicto. "Hoy se hizo justicia y un delincuente uniformado irá a prisión", dijo David Prater, fiscal de distrito del condado de Oklahoma. "En esos cargos en los que resultó inocente, ellos determinaron que no los comprobamos más allá de la duda razonable. Eso no significa que no le hayan creído a las víctimas".

La detective principal en el caso, Kim Davis, dijo después del veredicto: "Me siento fatal por su familia. Es algo terrible, pero creo que se hizo justicia".

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