Una mujer y su pequeña hija murieron calcinadas dentro de un vehículo en el área de Willowbrook, al sur de Los Ángeles, en California, en lo que se ha calificado como un homicidio-suicidio.
Dentro de la camioneta, reducida a escombros, reposaban los restos quemados de Vanessa Ibarra, de 25 años, y su hija Natalia, de dos.
El médico forense confirmó que ambas murieron quemadas vivas. Los vecinos del área aseguran haber escuchado los gritos de dolor.
Hasta la escena del siniestro llegó el padre y abuelo de las fallecidas. Visiblemente afectado, dijo que desde el pasado martes su hija se fue de la casa con su nieta. El hombre aseguró que su hija nunca dio indicios de querer morir.
Sin embargo, sí admitió que Ibarra tenía problemas de drogadicción, pero que estaba recuperándose tras dar a luz a la niña. Reveló además que la mujer estaba separada del padre de la menor.
Según el reporte, Ibarra vivía dentro de su camioneta junto con la niña, y en la noche del jueves, estacionada frente a un parque, decidió prenderle fuego al vehículo. El caso ha sido catalogado como homicidio-suicidio.
