El tiroteo, ocurrido el 1ro de octubre, fue el ataque armado masivo más mortal en la historia moderna de Estados Unidos, con al menos 58 muertos y 527 heridos, muchos por arma de fuego y varios durante el caótico escape. Otros tantos permanecen en estado crítico.
El atacante fue identificado como Stephen Paddock de 64 años, quien era un apostador y contador retirado. Paddock se quitó la vida cuando las autoridades entraron a la habitación del hotel Mandalay Bay desde donde hizo los disparos.
Este domingo se cumple una semana de la matanza, y las sonrisas de las 58 víctimas fatales iluminan una pared del recuerdo, un tributo que mantiene presente la peor masacre en la historia reciente de EEUU.
Buscando dejar atrás el horror que vivieron, ya regresaron a casa algunos de los heridos, donde fueron recibidos con abrazos por sus seres queridos.
Las autoridades anunciaron que a partir de este domingo empiezan a entregarse algunos de los miles y miles de artículos abandonados en medio del caos de ese fatídico día.
Según Jacinto rivera del Departamento de Policía Metropolitano de Las Vegas: "algún artículo por ejemplo, q tenga un impacto de bala, es obviamente una evidencia esencial, y ese artículo no será regresado".
Esta tragedia ha puesto en alerta al país entero, en algunas ciudades han fortalecido la seguridad en sus eventos al aire libre.
Historias Destacadas
En la maratón de Chicago se vio un gran despliegue policial, así mismo en el primer mega concierto después de la masacre realizado en Austin, y en la ciclovía anual en Los Ángeles donde hubo más seguridad que nunca.
En Las Vegas aún analizan los hechos para diseñar nuevas estrategias de seguridad
