El presidente y su esposa asisten a gala de la Cruz Roja

El mandatario acudió al evento caritativo y monstró confianza en imponer su orden ejecutiva.

MIAMI - El presidente de EE.UU., Donald Trump, asistió el sábado, acompañado de la primera dama, Melania, al baile anual de la Cruz Roja estadounidense, que se celebró en su club privado en Palm Beach, en el sur de Florida, mientras cerca de allí unas 3,000 personas se manifestaban en contra de sus políticas.

Trump, de esmoquin, y Melania, con un vestido de noche en color fucsia, posaron para los fotógrafos y cámaras antes de entrar al salón de baile del club Mar-a-Lago, donde se celebró esta gala con fines recaudatorios que ha estado rodeada de polémica.

El presidente hizo unas breves declaraciones en la entrada del salón de baile del club Mar-a-Lago, una enorme e histórica propiedad situada en Palm Beach que adquirió en 1985.

Trump se mostró seguro de que la justicia dará la razón a la apelación presentada contra la orden de un juez que dejó en suspenso una orden ejecutiva suya que prohíbe la entrada en EEUU a ciudadanos de siete países de población mayoritariamente musulmana, incluso a los que tienen visas, y a los refugiados de todo el mundo.

"Ganaremos, por la seguridad del país, ganaremos", señaló Trump, quien en un mensaje de Twitter criticó duramente al que definió como alguien al que llaman juez.

A la gala asistieron unas 700 personas según un comunicado de la Cruz Roja estadounidense, que ha sido criticada por celebrar este baile en el club de un presidente que ha tomado en sus dos semanas en el poder medidas que han ocasionado "un sufrimiento evitable" a inmigrantes y refugiados.

Así lo dijeron los organizadores de una Marcha por la Humanidad que recorrió unas 2,5 millas, desde West Palm Beach hasta el puente que separa Mar-a-Lago del continente, para denunciar la política "autoritaria" y "xenófoba" de un presidente al que tildaron de "fascista" y "narcisista" en sus pancartas.

La Cruz Roja lleva celebrando en Mar-a-Lago su gala anual desde la primera, en 1957, y Trump había asistido antes en varias ocasiones, aunque nunca hasta hoy como presidente.

El comunicado de la Cruz Roja señala que estuvieron el presidente y la primera dama y agradece a los asistentes sus "generosas donaciones", que servirán para "ayudar a los afectados por desastres, a suministrar la muy necesitada sangre a pacientes y hospitales, a enseñar a salvar vidas, a apoyar a nuestros militares y sus familias y a proveer ayuda humanitaria internacional".

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