Cargos contra Arpaio cambian panorama en Arizona

PHOENIX — El agreste jefe de policía de la zona metropolitana de Phoenix ha ganado seis elecciones al proyectar una imagen como un tipo estricto que no tolera a padres que no pagan manutención, a quienes abusan de los animales y a los inmigrantes que están ilegalmente en el país.

Ahora, el alguacil Joe Arpaio es quien enfrenta cargos penales. El funcionario de 84 años de edad, quien se convirtió en figura pública al obligar a presos a utilizar ropa interior de color rosa y habitar en carpas bajo el calor del desierto, fue acusado formalmente dos semanas antes de los comicios con desacato de la corte al desafiar la orden de un juez en un caso de discriminación racial.

Inicialmente, la elección se centró en los crecientes costos de los contribuyentes en el caso que Arpaio perdió hace tres años.

El enfoque cambió luego de que el Departamento de Justicia federal anunció un día antes de que comenzaran las elecciones anticipadas que Arpaio sería enjuiciado por continuar con sus patrullajes migratorios, que más de un año atrás un juez decretó que discriminaban racialmente a los latinos.

Arpaio podría ir a prisión hasta por seis meses en caso de ser condenado, pero no se podría evitar que tomara el cargo en caso de ganar su séptimo periodo. Reconoció haber violado leyes de la corte, pero insistió en que no fue intencional.

La fortaleza política del alguacil republicano ha disminuido en las últimas elecciones en un estado con fuerte presencia hispana, pero una devota base de seguidores, entusiastas sobre sus poco ortodoxas tácticas en contra del crimen, así como su impresionante capacidad para recaudar fondos, la mayor parte de ellos desde el exterior del estado, lo han mantenido a flote.

Su contienda en contra del demócrata Paul Penzone, un sargento jubilado de la policía de Phoenix y que perdió ante Arpaio en 2012, representa su campaña más complicada en una carrera de dos décadas.

El desafiante jefe de policía no da un paso atrás. Poco después de que el gobierno federal acordó llevarlo a juicio, Arpaio comenzó con una campaña en televisión en la que afirma que van en su contra debido a sus posturas migratorias y acusó al gobierno de utilizar el caso de desacato para perjudicarlo políticamente.

"Es un montón de basura", dijo Arpaio.

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