En una declaración escrita titulada "El riesgo que no correré", publicada este martes, el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg anunció que no postulará a la presidencia de Estados Unidos.
A principios de febrero pasado, Bloomberg dio a conocer que estaba considerando montar una campaña como candidato independiente, lamentando que las campañas actuales son "un insulto a los votantes".
En su comunicado, el exalcalde señala que los estadounidenses están "enfrentando un profundo desafío para preservar sus valores comunes y la promesa nacional".
Afirma que el estancamiento de los salarios y la cada vez menor influencia de EEUU en el mundo ha dejado a los ciudadanos enojados y frustrados y que Washington D.C. no ofrece nada más que conflictos entre los partidos políticos.
Peor aún, prosigue, refiriéndose a los precandidatos que se disputan actualmente las primarias y asambleas partidistas, "están ofreciendo chivos expiatorios en lugar de soluciones y prometiendo resultados imposibles de lograr".
Bloomberg hace un análisis histórico de cómo se ha perdido la tendencia de apuntar hacia el centro, denunciando el actual extremismo: "a menos que lo paremos, nuestros problemas dentro y fuera del país empeorarán".
El político y empresario dice compartir la consternación de los estadounidenses ante esta situación, criticando a demócratas y republicanos por igual, por atacar políticas exitosas durante los gobiernos de los expresidentes Bill Clinton y Ronald Reagan.
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"Durante los últimos meses, muchos me han pedido que postule a la presidencia como independiente y algunos a quienes no les gustan los precandidatos actuales me han dicho que es mi deber patriótico hacerlo", indica.
Y mientras aprecia los pedidos de la gente, tras haber considerado sus opciones, se cumplió el plazo y ha llegado a la conclusión de que no podía ganar las elecciones si se presentara. "Creo que podría vencer en varios estados, pero no sería suficiente para lograr los 270 votos del Colegio Electoral necesarios".
A eso, Bloomberg agrega que su candidatura terminaría favoreciendo a Donald Trump o a Ted Cruz y "eso no es un riesgo que puedo correr con la conciencia tranquila".
