CHICAGO- Directivos del Sindicato de Maestros de Chicago (CTU) continúan reunidos con funcionarios de la ciudad en busca de llegar a un acuerdo para un nuevo contrato laboral y evitar una huelga magisterial.
Este nuevo contrato no solo busca un aumento salarial y beneficios, si no que también exige la contratación de enfermeras y trabajadores sociales para que cada escuela cuente con el personal necesario y poder atender las necesidades de los estudiantes.
El sindicato también busca reducir el número de alumnos por salón con la intención de mejorar la calidad educativa.
Las Escuelas Públicas de Chicago ya ofrecieron una oferta con un aumento salarial, pero el sindicato dice que no solo se trata de dinero y que esperaban recibir más apoyo de la alcaldesa Lori Lightfoot.
Miembros de CTU votarán sobre autorizar o no una huelga este jueves.
De aprobarse el paro podría realizarse en las próximas dos semanas.
Esta semana, la CTU recibió el apoyo de dos simpatizantes de alto calibre –los precandidatos presidenciales demócratas, los senadores Bernie Sanders y Elizabeth Warren.
El martes, Bernie Sanders ofreció un discurso en la sede del sindicato en apoyo a los maestros.
"Creo que la Junta Escolar de Chicago debería estar muy nerviosa", dijó Sanders.
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“Apoyo a los educadores y los sindicatos en su lucha por las escuelas que merecen los estudiantes de Chicago”, indicó Sanders en un tuit el pasado 13 de septiembre. “Es inadmisible que las corporaciones ricas reciben exenciones tributarias masivas mientras que los niños no tienen enfermeras en las escuelas ni bibliotecarias”.
Por su parte, Warren también indicó su apoyo al sindicato en un tuit el domingo: “Apoyo hombro con hombro a los maestros de Chicago que demandan salarios justos, clases menos numerosas y todas las cosas que necesitan para hacer bien su trabajo”.
Y añadió: “Los maestros del país realizan un importante trabajo todos los días, y los debemos tratar con respeto”.
Bajo la ley estatal, si el voto se aprueba con más de 75%, el sindicato se podría ir a la huelga a partir del 7 de octubre.
En 2012, casi el 90% de los maestros votaron a favor de la huelga, la primera en Chicago en más de 20 años.
Mientras tanto, la alcaldesa Lori Lightfoot como el presidente de CTU Jesse Sharkey hicieron comentarios sobre la situación.
“Le hemos dicho al presidente Sahkey es que estoy comprometida a hacer uso de tantos recursos como sean necesarios durante el proceso de negociación”, dijo Lightfoot en una conferencia de prensa sobre un tema que no estaba relacionado.
Y añadió, “debemos negociar todos los días. Debemos negociar varias veces al día. Estamos cerca de llegar a un acuerdo, pero necesitamos aliados a ambos lados de la mesa de negociaciones”.
Lightfoot dijo que el trato ofrecido más recientemente al sindicato convertiría a las escuelas públicas “en el sindicato de maestros mejor pagados en el país, no sólo en Illinois”, y señaló que el sindicato debe responder.
Sharkey respondió a estas declaraciones diciendo que, “la alcaldesa dijo que estaba frustrada por el lento paso de las negociaciones; nosotros también lo estamos”, dijo Sharkey. “Hemos estado frustrados en los últimos años por las pobres condiciones en las escuelas. Le pedimos a la alcaldesa que cumpla sus promesas de campaña y que incluya en nuestro contrato medidas que mejoren las condiciones de nuestras escuelas”.
Sharkey dijo que el sindicato busca mejoras en áreas relacionadas con el tamaño de las clases, la falta de maestros, y las medidas relacionadas con la seguridad de los alumnos en las zonas alrededor de las escuelas.
“No pedimos demasiado. Los recursos existen; el ambiente político es propicio para lograr esas demandas en la mesa de negociaciones”, dijo Sharkey. “Hasta ahora, la falta de avances no se debe a la falta de recursos en la mesa de negociaciones. Estamos comprometidos a negociar tanto como sea necesario para llegar a un gran acuerdo”.
“No se trata de los recursos en la mesa de negociaciones”, reiteró “Se trata de recursos que se van a aplicar a las escuelas”
