Illinois

A un año del fatal fuego en La Villita: abogado habla de la investigación

Nadie ha recibido cargos tras la muerte de 9 primos y un amigo.

CHICAGO- A casi un año del trágico incendio en La Villita que le quitó la vida diez niños y luego de que las autoridades determinaron que se encontraban solos esa noche y que al edificio se le habían fijado varias violaciones de código, nadie ha recibido cargos por lo ocurrido.

Recientemente el Departamento de Servicios de Niños y Familia concluyó su investigación contra las cuatro madres de los menores y en ella indican que dos de ellas, Yolanda Ayala, quien rentaba la vivienda y su cuñada Priscilla Cobos, habían sido negligentes al dejar a los pequeños sin supervisión la noche del incendio.

Prisilla Cobos, quien perdió a tres de sus hijos en el incendio, entabló una demanda contra Ayala, los dueños de la vivienda, la Ciudad de Chicago y contra el concejal George Cárdenas, quien según la demanda sabía de las violaciones de seguridad del edificio.

Tanto la ciudad como la oficina de Cárdenas declinaron hacer comentarios sobre litigios pendientes.

Por su parte, el abogado de Merced y María Gutierrez, dueños del edificio donde ocurrió el incendio asegura que sus clientes habían reparado las violaciones que se encontraban pendientes en la corte de vivienda.

Documentos del Departamento de Edificios del Estado muestran que inspectores habían encontrado por lo menos 40 violaciones de código en la vivienda.

Al preguntar porque el departamento no tomó mayor acción ante tantas violaciones dijeron que:

“Creemos que el departamento fue diligente al responder a las quejas en esta propiedad y tomamos las medidas necesarias dadas las violaciones que fueron observadas durante inspecciones pasadas. Las violaciones no eran suficientes para justificar una orden de evacuación del edificio”.

El abogado de Gutiérrez dice que su cliente fue amenazado por las personas que habitaban su edificio.

“Simplemente no estaban cuidando a los niños, no estaban cuidando la propiedad y no se estaban cuidando ellas. Estaban envueltas en la venta de drogas en los callejones de la vivienda y constantemente se le tenía que llamar a la policía”, dijo Anthony Peraica, abogado de los dueños del edificio.

DCFS también dio a conocer un reporte del largo historial de encuentros que habían tenido con las madres, en excepción de Priscilla Cobos.

Según el departamento, Yolanda Ayala, la madre de cinco de los fallecidos había sido investigada por lo menos en 21 ocasiones por DCFS, y en dos de los casos encontraron evidencia en su contra.

“Cada vez que respondimos a una llamada sobre estas familias, cuando había alguna evidencia, detectamos grados de cooperación por parte de los adultos. Sin embargo, ninguno de los reportes individuales, por sí solos, llegaron al nivel de que removiéramos a los niños del cuidado de sus padres”.

Documentos de la corte del Condado de Cook también indican que Yolanda Ayala había recibió varios cargos de robo y por lo menos uno de posesión de cannabis.

El Departamento de Bomberos de Chicago sostiene que el fuego comenzó con una sola llama y que no encontraron detectores de humo funcionando al momento del incendio. Reportes del estado y federal de las causas exactas del incendio aún están pendientes.

El trágico incendio estalló el 26 de agosto, cuando nueve primos y amigo de entre tres meses de edad y 16 años, celebraban una fiesta de pijamas.

Bomberos dijeron que el incendio comenzó alrededor de las 4 a.m. en el porche de la casa trasera del edificio en el 2224 S. Sacramento Ave., y que en la propiedad no había detectores de humo en funcionamiento.

Después del incendio, los inspectores de la ciudad emitieron más de 40 violaciones al código de vivienda contra el propietario del edificio. 

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