Tras la tormenta de hielo que azotó a Chicago ayer, ahora los transeúntes se enfrentan a otro peligro y es el de los cristales de hielo que penden de los icónicos edificios y rascacielos de la ciudad.
Por ello las autoridades han llamado a tener cuidado mientras se desplazan por las aceras, pues estas piezas pueden desprenderse y causar lesiones a quienes caminan por las calles.
La advertencia no sobra ya que, como lo recordó el Chicago Tribune, en 1994 un hombre de Wisconsin murió tras ser impactado por un cristal que se precipitó desde el edificio de Neiman Marcus en la Michigan Avenue.
De acuerdo al reporte del diario, en ese momento la pieza de hielo fue descrita con un tamaño equivalente a un horno microondas.
Si bien se ha desplegado un número importante de avisos en las aceras, se recomienda tomar previsiones si vas a caminar por Downtown.
