Chicago

Último adiós a Marlén: “Si no hay justicia no habrá paz”

"Esta niña va a estar escrita en los libros de los Estados Unidos”, asegura Julie Contreras.

Amigos, familiares y toda una comunidad se unieron en la capilla de la funeraria Mount Auburn la mañana del sábado para dar un último adiós a la joven madre de 19 años Marlén Ochoa, quien fue asesinada el mes pasado.

Durante los últimos dos días, la comunidad se reunió en el suburbio Stickney hacia el sur del estado de Illinois para recordar a amorosa esposa y madre quien, según los fiscales, fue asesinada el 23 de abril (el día que desapareció) y fue estrangulada antes de que sacarán al bebé a la fuerza de su vientre.

“Marlén te digo hoy esto mija, nunca te vamos a olvidar,” dijo Julie Contreras, la activista y portavoz para la familia. “Esta niña va a estar escrita en los libros de los Estados Unidos”, ella aseguró.

“Yo te prometo… a la familia Ochoa-Uriostegui y López que, si no hay justicia, no va a haber paz y eso lo digo en el nombre de mi papá Dios”, continuó a decir Contreras.

Es precisamente por eso que Contreras indicó que, durante las últimas 24 horas, ha estado hablado con varias personas, incluyendo a los fiscales para poder establecer una ley que exija pruebas e identificación para las mujeres que entran a hospitales, insistiendo que tuvieron un parto en sus casas.

Contreras asegura que al introducir la “Marlen Law” o “Ley de Marlén” ninguna otra familia sufrirá de tal manera y ya no habrá victimas que caerán en manos de criminales.

El bebé de Marlén Ochoa permanece hospitalizado, aun todavía en condición crítica donde los médicos dicen que ha demostrado algo de actividad cerebral en los últimos días.

La familia extendida de Ochoa pudo viajar de México a Illinois la noche del martes para despedirse de Marlén Ochoa, quien ellos dicen era el miembro más joven de la familia.

La policía encontró el cuerpo de Ochoa la pasada semana y presentó cargos contra Clarisa Figueroa, de 46 años, y Desiree Figueroa, de 24 años. Ambas están detenidas sin fianza, junto con Pitor Boback, de 40 años de edad, quien es acusado de ayudar a ocultar el crimen.

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