Imponen fuerte multa a dueños de La Espiga de Oro

HOUSTON – Tras varios meses de investigación, el Departamento de Trabajo de Estados Unidos impuso a fuerte multa a los dueños de La Espiga de oro, la reconocida tortillería por violación a las normas de seguridad de sus empleados.

De acuerdo con el Departamento de Trabajo, empleados de la tortillería denunciaron condiciones deplorables en su ambiente laboral.

"La inspección encontró 25 violaciones serias por exponer a los trabajadores a la amputaciónde sus miembros, a caídas a y condiciones de calor extremo", dijo el (DoL, por sus siglas en inglés).

Por tal razón, se les impuso una multa de $106,700.

La Espiga de Oro surte de tortillas a restaurantes en Texas, Luisiana y Colorado. La compañía, que opera desde 1977 en el área de The Heights, tiene cerca de 65 empleados.

Cabe recordar que este no es el único lío que enfrentan los dueños de La Espiga de Oro, ya que Alfredo Sosa Lyra, Lyida Botello, Lydia Lira y Roberto Guerra (empleado) enfrentan cargos ante la Corte Federal del Sureste de Texas cargos de conspiración para albergar y contratar a inmigrantes indocumentados. 

La Espiga de Oro es una de las tortillerías más reconocidas en el área de Houston y su caso trascendió debido al operativo realizado a principios de agosto de 2015 cuando decenas de agentes de inmigración (ICE por sus siglas en inglés) se tomaron sus instalaciones y arrestaron a más de una docena de personas.

De acuerdo con el “indictment” conocido en su totalidad por TELEMUNDO HOUSTON, agentes federales tenían información de las presuntas prácticas ilegales de la administración de la tortillería para contratar personal desde el año 2008.

Sin embargo, fue desde julio del 2011 con la ayuda de informantes, que la División de Investigaciones del Departamento de Seguridad Nacional (HSI por sus siglas en inglés), que las autoridades empezaron a consolidar un caso criminal.

Según la acusación, los investigadores lograron infiltrar la tortillería en julio de ese año a través de una persona que se hizo pasar como inmigrante sin documentos que buscaba trabajo.

En esa oportunidad Lydia Botello, codueña del lugar, le dijo a esta persona que al no tener documentos legales para trabajar debía adquirir “un id falso en un pulguero”, según reza la acusación ante la Corte Federal.

Tras grabar varias de las conversaciones con Botello, obtener el trabajo y presentar una tarjeta de seguro social falso, la mujer renunció una semana después.

En una de las reuniones en la que la informante participó se discutió la lesión sufrida por una empleada sin documentos que le causó la pérdida de tres dedos de una de sus manos, por lo cual le pagaron una indemnización de $30,000.

Tras obtener esta y otra evidencia durante varios años, los investigadores decidieron realizar un allanamiento a las instalaciones de la tortillería en el cual detuvieron a 10 personas y se llevaron un jugoso archivo con documentos de la compañía.

Tras el operativo, tanto Sosa como su esposa y su hija reconocieron voluntariamente que entre el 50 y el 75% de los empleados que trabajan en la tortillería eran empleados sin autorización legal para trabajar.

Lo mismo hizo Guerra, quien dijo que más del 50% eran empleados sin documentos.

En una declaración voluntaria Sosa dijo a los investigadores que la contratación de personas sin documentos legales se debía a la dificultad para conseguir empleados con documentos que quisieran trabajar en la fábrica de tortillas.

Cabe destacar que la tortillería funciona las 24 horas del día.

Según la acusación, durante las inspecciones se encontraron que 65, de los cerca de 100 empleados en total, no tenían documentos o algún tipo de identificación “sospechosa”.

Las cuatro personas fueron arrestadas el pasado martes 26 de enero y puestos en libertad un día después tras pagar una fianza de $25,000.

Contáctanos