La locura por el Super Bowl se palpita en San Francisco

Todo está listo para la gran celebración deportiva del domingo, la más cara de la historia

El mayor evento deportivo y espectáculo comercial por excelencia del año en Estados Unidos, la final de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), Super Bowl, llega este domingo a Silicon Valley, desde donde se retransmitará en directo un partido que se espera que vean más de 100 millones de telespectadores.

El Super Bowl, que celebra este año su edición número 50, atraerá a unas 70,000 personas al Estadio Levi's de Santa Clara, equipado con más de 1,200 puntos de conexión wifi y un nuevo sistema de cámaras que permitirá a los telespectadores ver mejor las jugadas, lo que convierte a esta final en la más digital y conectada de la historia.

Y si el desenlace del Super Bowl, que enfrenta a Los Panthers de Carolina y los Broncos de Denver, genera expectación, igualmente lo hacen los anuncios publicitarios que se retransmitirán en las pausas del partido, así como el desfile de artistas durante el espectáculo de medio tiempo, cuando actuarán el grupo Coldplay y la cantante Beyoncé, entre otros.

Los comerciales ofrecen a las empresas patrocinadoras una plataforma única, que el año pasado marcó un récord de audiencia en la historia de la televisión estadounidense de 114 millones de espectadores, lo que ha disparado el precio de un anuncio de 30 segundos hasta los 5 millones de dólares.

A diferencia del año pasado, cuando los anuncios adoptaron un tono sombrío con temas como la violencia doméstica, el acoso digital o las figuras de padres ausentes, la 50 edición de la Super Bowl promete tener un tono mucho más alegre a juzgar por algunos de los anuncios que ya han salido al aire.

Los ejecutivos publicitarios aseguran que se trata de una decisión consciente que busca reconquistar a unos televidentes cansados de malas noticias y a los que quieren hacer reír.

"El momento actual asusta bastante (...). San Bernardino, París, la caída del mercado bursátil. Todo eso ha dejado abierta la puerta para el escapismo en el entretenimiento", dijo al diario The Washington Post Brad Todd, experto en publicidad.

Todd subrayó que las campañas políticas están respondiendo a ese contexto poco favorable y puede que contribuyendo a la angustia ciudadana con "alarmantes montajes de televisión".

Las empresas, mientras tanto, han optado por otra dirección: en uno de los anuncios, que promociona la salsa de tomate y otros productos de la marca Heinz, un ejército de perros salchicha corre feliz por una pradera.

Otro de los comerciales muestra al exjugador de la NFL Dan Marino y al actor Alec Baldwin planificando una fiesta con la ayuda del sistema para el control de hogares inteligentes Amazon Echo.

La NFL, que el año pasado optó por un anuncio denunciando la violencia doméstica tras los abusos protagonizados por algunos de sus jugadores, también ha dado un giro drástico, con un comercial musical que muestra a niños nacidos nueve meses después de que el equipo de sus padres ganase la Super Bowl.

A la espera de que el buen humor inunde el domingo las pantallas estadounidenses, la ciudad de San Francisco, a 60 kilómetros de Santa Clara, ya acoge una multitud de fiestas para entretener a los residentes locales y a los turistas que visitan la Bahía con motivo del evento.

La ciudad gastó más de $5 millones en la organización de actos previos al Super Bowl, que incluyen desde conciertos gratis a exposiciones fotográficas, juegos interactivos, demostraciones de realidad virtual y degustación de comida y bebida en una especie de festival que se concentra alrededor del Ferry Building, en la zona portuaria.

El programa de actividades incluye, también, todo tipo de fiestas y eventos exclusivos auspiciados por empresas y organizaciones privadas como la revista Vanity Fair, que patrocinará la noche de este sábado una fiesta a la que se puede asistir solo por invitación y en la que actuará el cantante Bon Jovi.

El acto rivalizará con el organizado por la revista Rolling Stone, cuyas entradas oscilan entre los $1,000 y los $5,000 y que contará con la asistencia de la cantante Charli XCX, los raperos Pitbull y Flo Rida y la banda de rock Jane's Addiction.

El Super Bowl del domingo será el evento deportivo más caro en la historia de Estados Unidos con un precio medio por entrada próximo a los $5,000.

El récord, hasta ahora, lo tenía la competición de boxeo entre los pugilistas Floyd Mayweather y Manny Pacquiao, que se acuñó como la pelea del siglo y se libró en Las Vegas, Nevada, el año pasado, con un precio promedio de $4,672 por entrada.

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