Se intensifica el escándalo por crucero que no pudo atracar en La Habana

Mientras la isla culpa a la compañía de cruceros, los pasajeros piensan demandar.

Este lunes en la mañana llegó a puerto de Palm Beach el crucero que no pudo anclar en La Habana, dejando frustradas las esperanzas de decenas de cubanos de encontrarse con su familia en la Isla. 

El gobierno cubano responsabilizó a la compañía de cruceros Bahama Paradise de que no se le permitiera atracar en La Habana a una embarcación con decenas de cubanos que esperaban visitar la isla y reencontrarse con sus familiares.

“La Administración Marítima de Cuba aclara que el buque Grand Classic operado por la compañía Bahamas Paradise no atracó en el puerto de La Habana en su primera visita a Cuba por haber modificado de manera unilateral la actividad inicialmente pactada y no cumplir los requisitos de precisión de la información y plazos establecidos para los trámites. Lamenta lo sucedido y responsabiliza a los operadores por las consecuencias”, dice una nota reproducida en medios oficiales.

Esta respuesta llega días después de que Bahamas Paradise Cruise y la agencia Viva Travel denunciaran que “los oficiales del puerto (de La Habana) dieron excusas sin sentido para no dejar entrar el barco”.

El crucero zarpó el viernes de Miami y estuvo varias horas en altamar esperando la autorización del gobierno cubano. La negativa de los oficiales del puerto causó la molestia de los pasajeros, entre ellos varios médicos cubanos exiliados a quienes el régimen cubano considera “desertores” y les prohíbe regresar a la isla por 8 años.

“Después el maldito gobierno cubano sí habla de derechos humanos. Son unos malditos por jugar con los sentimientos de uno”, dijo el pasajero Jordi Santana, quien pagó $2,100 con la esperanza de reunirse con sus papás y un hermano a los que no ve desde hace tres años.

Santana agregó que ante esta situación, el crucero atracó en Las Bahamas y está previsto que regrese este lunes a Florida.

PASAJEROS CONTEMPLAN DEMANDAR A LA AGENCIA DE VIAJES

El crucero fue vendido por la agencia Viva Travel como una oferta de San Valentín que incluía bebida, comida y hasta un concierto en la embarcación frente a las costas cubanas. La empresa prometía que los cubanos residentes en la isla podían embarcarse y luego regresar al país.

Peter Regalado, presidente de Viva Travel, dijo que el crucero tenía “todos los permisos del gobierno cubano para llegar al puerto y poder subir cubanos” y que la embarcación fue detenida a 3 millas de La Habana.

“(Las autoridades) no nos dieron una razón alguna para negar la entrada del barco”, agregó.

Sin embargo, varias agencias que viajan a Cuba dijeron no tener conocimiento de que las autoridades cubanas hayan permitido abordar cruceros a los residentes en la isla.

Algunos de los pasajeros que pagaron $599 con la esperanza de reencontrarse con sus familiares en La Habana exigirán la devolución del dinero y contemplan interponer una demanda contra Viva Travel.

“Yo siento más responsable al gobierno de Cuba. Aunque Viva Travel es responsable por incumplir lo que prometió. Aunque aquí hay de parte y parte”, dijo Jordi Santana a Telemundo 51.

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