Vivir en 90 pies cuadrados por $700

NUEVA YORK- Encontrar apartamento en Manhattan, una de las islas con mayor densidad de población del planeta, no es una tarea fácil ni barata. Por eso cada vez más gente está dispuesta a alquilar espacios diminutos, parecidos a casas en miniatura, con tal de vivir la experiencia de ser un neoyorquino. Pese a que los espacios pequeños siempre han sido ley de vida para la mayoría de residentes de Nueva York, en los últimos meses han vuelto a situarse como el modelo de vivienda del futuro, impulsados incluso por las propias instituciones. "Si realmente quieres vivir en Manhattan, necesitas mucho dinero para alquilar una casa normal. La gente viene a Nueva York para vivir experiencias y tienes que priorizar y elegir si prefieres espacio o vivir en esta ciudad", explicó a Efe Felice Cohen, una artista neoyorquina que durante cinco años ha vivido en un apartamento de 8 metros cuadrados. El gran atractivo de esta casa a pequeña escala situada en el Upper West Side fueron los 700 dólares mensuales de alquiler frente a los más de 2.000 dólares que pagaban sus vecinos por un estudio. "Fue estupendo. La organización fue la clave para que fuera confortable. Tuve que adaptar el lugar para poder meter todas mi cosas y poder incorporar una cocina, aunque solo tenía una cuchara, un cuchillo y un tenedor", bromea Cohen. Para demostrar cómo un espacio aparentemente inhóspito se puede transformar en un hogar, Cohen colgó un vídeo en Youtube mostrando su microapartamento y desde entonces ha recibido más de cinco millones de visitas. Aunque ahora vive en otro apartamento un poco más grande, sigue recibiendo correos de gente que le pide ayuda para organizar pequeños espacios en la Gran Manzana. "Después de este vídeo viral, he recibido correos electrónicos de gente preguntando dónde podían encontrar un lugar como el mío. Parece que hay una gran demanda", señaló. Algo parecido le ocurrió a Luke Clark, un arquitecto neoyorquino que al igual que Cohen colgó en la red un vídeo de su apartamento: en poco más de 7 metros cuadrados, se las ingenió para aprovechar hasta el último rincón y poder cocinar, comer, dormir y trabajar en un espacio minúsculo. Pese a tener una cocina "del infierno" y un apartamento que él mismo define como una "caja de zapatos", podía presumir de vivir en Chelsea, uno de los barrios más "cool" de Nueva York por solo 800 euros al mes. En estos pocos metros cuadrados, Clark tenía una pequeña cocina, un sofá-cama y un sistema modular de estanterías donde guardaba ropa, productos de limpieza o un microondas. Aunque no tenía baño propio, cada planta del edificio compartía uno instalado en el hueco de la escalera: todos los rincones se aprovechaban. "Este era el único sitio disponible en la zona donde quería vivir y por el precio que estaba dispuesto a pagar. El que fuera tan pequeño no era parte de su atractivo pero me obligó a sacar mi creatividad y convertirlo en mi casa", explicó a Efe Clark. Pero no solo los ciudadanos se las ingenian a la hora de buscar alojamiento. Por primera vez, el ayuntamiento de Nueva York ha diseñado microapartamentos de entre 23.2 y 34.4 metros cuadrados para "adaptarse a los nuevos tiempos". Pese a que en la ciudad la ley actual no permite apartamentos de menos de 37 metros cuadrados, el alcalde, Michael Bloomberg, aseguró que podría acabar con esta normativa de 1987 para poder construir edificios de microapartamentos. Estos apartamentos se construirán en edificios modulares ubicados en Manhattan que contarán con balcones exteriores, áreas comunes, una azotea con jardín, un gimnasio o una zona para aparcar bicicletas. Quieren demostrar así que el diseño y la comodidad no está reñida con los espacios pequeños. Además, el 40 % de estos microapartamentos se ofertarán a precios inferiores a los del mercado y estarán reservados para neoyorquinos con rentas bajas y medias. Pero el "boom" de los microapartamentos también ha ido acompañado de un aumento del número de quejas de los ciudadanos ante la gran cantidad de habitaciones extremadamente pequeñas que se alquilan a través de la red. Por ejemplo, por 380 dólares se alquila la parte trasera de un garaje convertida en habitación en Williambsburg, uno de los barrios más de moda de Brooklyn, o por 850 dólares un altillo encima de la sala de estar de una casa del Upper West Side en el que su inquilino no podría ni ponerse de pie. Aunque algunos estarían dispuestos a pagar por estos espacios con tal de poder instalarse en la ciudad de los rascacielos, otros lo consideran un auténtico abuso y lo denuncian en páginas web como "La peor habitación" (www.worstroom.com), que ilustra con fotografías cómo en Nueva York cualquier espacio puede ser ofrecido como una habitación.

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