Vandalismo deja sin luz a millones

TEGUCIGALPA - Más de un millón de personas resultaron afectadas el lunes durante cuatro horas por la caída de unas seis torres metálicas que transmiten energía a Tegucigalpa desde la central hidroeléctrica de El Cajón.

"El problema fue causado por actos vandálicos", dijo en rueda de prensa el gerente técnico de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE), Leonardo Deras.

El apagón dejó sin electricidad al 80% de Tegucigalpa, capital de Honduras, y numerosos poblados cercanos.

Deras informó que presuntos ladrones quitaron enormes tornillos de la base de una torre de metal, que se cayó, y arrastró a otras cuatro al tensar los cables del alumbrado eléctrico.

"Esas torres son el soporte de las líneas de transmisión, que se vinieron abajo como un efecto dominó de la acción criminal", afirmó.

Las estructuras metálicas quedaron tendidas a lo largo de unos dos kilómetros en La Travesía, al este de la capital, y afectó las subestaciones de la ENEE situadas en cinco lugares capitalinos: Santa Fe, La Leona, La Travesía, Suyapa y Pueblo Nuevo.

Deras no descartó que la situación hubiese sido provocada por pandilleros, que desde 1989 aterrorizan especialmente a los moradores de los barrios marginales de las principales ciudades hondureñas por sus acciones ilegales vinculadas al narcotráfico y el crimen organizado.

La ENEE estimó que durante dos semanas habrá un racionamiento de electricidad en Tegucigalpa para reparar el daño.

Según las autoridades, los pandilleros y ladrones roban con frecuencias las tapaderas metálicas del sistema de alcantarillas de las ciudades para venderlas a grupos criminales, que las convierten en varillas de metal o de cobre para exportarlas a El Salvador u otros países vecinos de Centroamérica.

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