Tribus indias malversan fondos

ETHETE, Wyoming— Tribus de indígenas estadounidenses han sido sorprendidas malversando decenas de millones de dólares del contribuyente, según auditorías de las propias tribus y otros documentos. Pero las autoridades federales no han hecho nada, debido a la falta de supervisión, recursos o voluntad política. ¿El resultado? Las tribus pobres como los Northern Arapaho, de Wyoming, sufren Un administrador de esa tribu se embolsilló dinero dirigido a comprar alimentos para los acianos. Otro usó dinero del programa contra la diabetes de la tribu para irse de compras a centros comerciales. Y otros miembros han malversado el fondo de bienestar y se han gastado el dinero en uno de los casinos de la tribu. En total, empleados se robaron por lo menos medio millón de dólares de las arcas de una tribu cuyos miembros tienen ingresos familiares promedio de unos 16.000 dólares al año. Entidades federales han investigador el gasto de millones de dólares más por parte del gobierno de la tribu Northern Arapaho, pero decidieron no tratar de recuperar ninguna parte, e incluso le aumentaron el financiamiento. Pero el caso de esa tribu de Wyoming no es único. Un análisis de The Associated Press de resúmenes de auditorías muestra que las autoridades federales tienen serias preocupaciones sobre 124 de 551 gobiernos, escuelas o autoridades de vivienda tribales que han recibido una cantidad sustancial de fondos federales durante por lo menos 10 años desde 1997. Entre las entidades sin fines de lucro y los gobiernos locales que reciben fondos federales hay casos de fraude y robo. Pero las tribus tienen cinco veces más probabilidades que otros beneficiarios de dinero del gobierno de sufrir "debilidades materiales" que crean la oportunidad para cometer abusos, según el análisis. En general, 1 de cada 4 auditorías concluyó que las escuelas o autoridades de vivienda tenían una debilidad material en sus programas financiados por el gobierno federal. En el caso de programas no relacionados con las tribus, la proporción fue de 1 de cada 20. Miles de págonas de auditorías y decenas de informes de investigadores federales, conseguidos por la AP sobre la base de la Ley de Libertad de Información, muestran pruebas de malversación, pagos de nómina por empleos inexistentes y empleados que declararon exceso de horas trabajadas y gastos. Las auditorías, realizadas por firmas privadas, son obligatorias para las tribus que gastan más de medio millón de dólares anuales al año en fondos federales. Las entidades federales no pueden cortar la financiación a las tribus debido a los tratados, decisiones de la Corte Suprema y leyes del Congreso, y con frecuencia se niegan a tomar el control de los programas en problemas. "Es una renuencia a lidiar con las tribus. El Departamento del Interior hace lo que tenga que hacer para mantener una relación amistosa", dijo Earl Devaney, ex inspector general del departamento al que pertenecen las Oficinas de Asuntos Indios y Educación para Indígenas. "Es 'vamos a llevarnos bien' y lo que no sabes, pues no lo sabes". En muchos casos la cantidad de dinero era relativamente pequeña. Pero hay muchos otros en que el total era significativo. Por ejemplo, miembros del concejo tribal del norte de California usaron donativos federales para pagar sus facturas de servicios básicos e hipotecas. Una tribu de Nebraska gastó en caballos y vehículos todoterreno dinero designado para una clínica de salud. Un supervisor del medio ambiente de una tribu de Washington recibió 16.000 por el uso de su vehículo y otros gastos que exageró o en los que nunca incurrió. Una autoridad de vivienda de una tribu de Nevada pagó 6.500 dólares por un retiro en un centro turístico en South Lake Tahoe, California Entre los programas con suficiente presencia en una base de datos de auditorías del gobierno, las tribus tenían 16 de los 20 programas con mayor incidencia de infracciones. Los auditores, por ejemplo señalaron donativos federales para propósito de bienestar social a las tribus 39% de las veces. Los programas más destacados están financiados por las oficinas de Asuntos Indígenas y Educación para los Indígenas, del Departamento del Interior, y el Servicio de Salud de Indígenas, del Departamento de Salud y Servicios Humanos. Muchas conclusiones de los auditores sugieren mala administración, no robo o fraude. Una barrera a la buena administración de los programas tribales es los cambios entre el personal y los líderes, porque, por ejemplo, un gobierno tribal puede quedar despedido en tu totalidad cada dos años de elecciones. Y atraer a administradores capacitados a reservaciones remotas es otro reto. "Así que eligen al sobrino del jefe de la tribu, que tomó algunas clases de contabilidad", dijo Pete Magee, con larga experiencia en la auditoría de libros de las tribus. Sergio Maldonado, miembro de la tribu Northern Arapaho y coordinador de Diversidad del Central Wyoming College en Riverton, dijo que las tribus por lo general comienzan a aprender a gobernarse después de años bajo control federal. Agregó que hay cuatro metas para un gobierno tribal eficiente: "preparación académica, experiencia profesional, consenso colectivo en favor del bienestar de la tribu y pautas éticas". Maldonado, quien también enseña en la reservación, dijo que es relativamente fácil solucionar cada asunto por separado. Pero los cuatro juntos no. "No es solo nuestra reservación, es cosa común en muchas tribus.

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