Un hombre que había sido herido el lunes pasado en un tiroteo en el barrio de Uptown, Chicago, ha muerto en las últimas horas, según declararon las autoridades.
Darío Oliver, de 21 años de edad, fue uno de los cinco hombres que resultaron heridos en la tarde del lunes al 4500 de la calle North Sheridan. Los otro cuatro hombres fueron heridos de gravedad y Oliver se encontraba en condición extremadamente crítica en terapia intensiva.
Más de 20 casquillos de bala quedaron sobre la calle luego de que las víctimas hayan sido trasladadas a hospitales cercanos.
"Vi a un hombre que recibió un disparo en la cabeza con un charco de sangre al rededor", dijo un testigo, llamado Na'eem Hoskins. "Otro hombre recibió un disparo en el estómago, y él estaba gritando sin parar."
La policía todavía está investigando el tiroteo y todavía no tiene a nadie en custodia.
Según declaró a principios de la semana el superintendente Garry McCarthy, se trata de "un evento claramente relacionado con las pandillas. "Estamos pensando en un par de ángulos diferentes", agregó.
El concejero James Cappleman lanzó un mensaje de alerta a los residentes en el que aseguraba que tres de las víctimas del tiroteo había tenido afiliaciones en pandillas del sur y oeste de Chicago. De las otras dos víctimas, una era un acompañante y la otra un homeless. Los testigos dijeron que oyeron disparos y creyeron que era un coche pasando por la zona, que es una de las rutas de paso seguras hacia las escuelas diseñadas para dar a los estudiantes un camino protegido a la escuela.
De acuerdo con Joseph Rogers, un guardia de seguridad de un mercado cercano, "parecía que había habido una guerra en el lugar". "Había sangre por todas partes; cristales en el suelo de la parada de autobús; un hombre sentado en el suelo con un disparo en la pierna."
