Terroristas solitarios, el nuevo reto

PARIS - La nueva tendencia del terrorismo mundial, en la que agresores solitarios realizan ataques menores con armas simples y en cualquier momento que les parezca oportuno, constituye un dilema para las agencias de seguridad del mundo, que han logrado frustrar muchos de los planes de la red terrorista al-Qaida para realizar ataques espectaculares.

En las últimas semanas -en el maratón de Boston, en las calles de Londres y a la sombra de unos de los monumentos más distintivos de París- varios jóvenes realizaron presuntamente ataques sin apenas ayuda, usando cuchillos baratos y de venta común, además de explosivos elaborados con ingredientes comunes. En cada uno de esos ataques, los sospechosos habían sido identificados previamente por las autoridades policiales, y no fueron considerados un riesgo para la seguridad.
Un enconado debate se ha suscitado entre las agencias de inteligencia - que anteriormente se centraban en la búsqueda de células de al-Qaida - sobre cómo analizar las alertas sin violar los derechos constitucionales.
Ante una marea de personas generalmente inocuas que actúan sospechosamente, las autoridades sigue analizando hasta qué punto deben ser vigiladas, especialmente cuando profesan una retórica yihadista en la internet o adquieren material para elaborar explosivos, o algo inofensivo.
Un informe del gobierno francés recomendó la semana pasada un nuevo y drástico enfoque ante el atentado terrorista del 2012 en el que un islamista que nació en Francia atacó a varios paracaidistas franceses y una escuela judía en Tolosa de Francia, matando a siete personas.
El caso desencadenó una renovación de los organismos de inteligencia del país para combatir a los extremistas que actúan solos y fuera de las redes tradicionales de terrorismo.
Uno de los asesores del informe, el académico Mathieu Guidere, dijo que el ataque de la semana pasada demostró que los servicios de inteligencia no han aprendido la lección.
"En un principio no fueron creados para combatir este tipo de amenaza. Su fin es combatir células, grupos, organizaciones, pero no individuos", indicó. "Es una cuestión de adaptación. Esa es la razón por la que se cometen los mismos errores en Boston, Londres y Francia. Hubo identificaciones - pero no detenciones - antes que los sospechosos decidieran actuar".
Es más fácil decirlo que hacerlo, responde David Omand, que fue coordinador de seguridad e inteligencia en Gran Bretaña.
"No se ha ideado una prueba sicológica confiable que pueda pronosticar cuándo una persona así puede cometer un acto violento", dijo Omand en un correo electrónico en respuesta a varias preguntas de The Associated Press. "Salvo en un estado policial parecido al de Alemania oriental, el número de personas que pueden ser sometidas a una vigilancia muy intensa, suficiente para detectar preparativos para un acto violento, es una proporción muy reducida del total - y por supuesto los individuos pueden cambiar rápidamente aunque hayan sido detectados con anterioridad".
Empero, las autoridades británicas, francesas y estadounidenses han vuelto a examinar si se han desperdiciado oportunidades de cara a los últimos ataques.
Guidere y otros analistas sostienen que la galopante tecnología y un mejor reclutamiento de agentes de inteligencia deberían permitir a las autoridades detectar mejor patrones de conducta peligrosa.
Por su parte, el gobierno estadounidense ha insistido en que la población local es la más adecuada para detectar conductas sospechosas o inusuales.
En las afueras de París, un joven francés que se convirtió al Islam antes de cumplir 20 años fue detenido el miércoles bajo sospecha de apuñalar a un soldado con una navaja adquirida localmente en la zona financiera de La Defense, cerca de una versión modernizada del Arco del Triunfo.
Las autoridades habían seguido a Alexandre Dhaussy, de 22 años, durante varios años. En 2011 se negó a aceptar un empleo que lo habría puesto en contacto con mujeres y en 2009 predicó en la calle. Empero esta vigilancia nunca llegó a nivel nacional, según dijo el miércoles por la noche la Policía Nacional francesa.
Simplemente no presentaba "el perfil de un yihadista", dijo el ministro de Seguridad de Francia, Manuel Valls.
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